Sin haber estado presente ni siquiera como testigo ocasional en la madrugada de los desmanes en el destacamento de Reta, Piñero no encuentra una respuesta a la dramática experiencia que le tocó vivir a partir de los días siguientes al hecho. “Lamentablemente, el día anterior, sin tener argumentos, me habían secuestrado el cuatriciclo y esa noche de los disturbios a alguien se le ocurrió sacar mi cuatriciclo y otro más a la calle y quedaron ahí. Entonces les cayó como anillo al dedo. ¿Qué mejor que un bombero que fue rompió, y sacó un cuatriciclo? Me habían tirado hasta asociación ilícita y fraude. La gente compró, la gente compra lo que ve en las noticias. Pero lo que más lamento de todo esto, es que tuve que estar detenido cuatro días en la comisaría de Tres Arroyos. La bronca que yo tengo y que tuve que esperar más de un año y medio hasta que esto salga, no voy a descansar hasta que pueda limpiar mi nombre y el del cuartel. Cuando algo pasa, se tiene que poner el nombre de la persona imputada, no el de la institución a la que pertenece”, comentó molesto por la difusión que tuvo su caso cuando todo era materia de investigación.

“Buscaron un perejil y el perejil resulté ser yo. Pero lo que no iban a contar era que yo no arreglara. Me llamaron seis veces pidiéndome que pague 36.000 pesos, dividido entre los 13 imputados, que era el valor de los del coche de Hugo Villagrán. Tampoco jamás pensé que esta enfermera sea capaz de hacerme una denuncia falsa, no lo esperaba, nunca lo imaginé”. 

Ahora, antes de reunirse con sus amigos a celebrar el fin de esta lucha que acaba de ganar, Piñero mira atrás y reconoce que tuvo miedo, “obviamente que tenía miedo, porque estoy yendo contra la policía, no contra una persona común. Tenía miedo que haya arreglos, de esos que se escucha hablar en Argentina. Pero también tengo amigos policías y yo confío de todas formas en la Justicia. Me dije ‘yo no tengo nada que me lleve a tener miedo’. Quiero que quede claro que no es la policía, es uno. Yo sigo confiando en la policía. Son gente que va adelante y arriesga su vida todos los días”, comentó, antes de adelantar que, “callado no me voy a quedar, me comí cuatro días adentro, donde por suerte no me pasó nada, solamente por suerte. Pienso esperar el sobreseimiento de la jueza para poder volver al lugar que amo”. 

Antes de terminar y luego de recordar que en el debate de ayer “no tuve que recurrir a mis testigos”, no quería despedirse sin agradecer a “los testigos que se sumaron a mi cuenta, porque dejaron sus trabajos, sus familias, la jueza es una genia, porque nos dio un trato excelente, como el fiscal y mi abogada. No manchemos las instituciones porque fueron un policía y una enfermera, que no se sabe por qué lo hicieron y no creo que lo sepa”, concluyó.