18|01|23 11:47 hs.
Hugo Cortés es ciudadano histórico de Claromecó, porque forma parte y conoce miles de historias de la localidad. Hace 24 años hizo nacer Puerto Mosquito y desde ahí brinda una opción a los turistas los días en que no se puede ir a la playa.
Pero a la vera del arroyo llegando por calle 14, no sólo es posible encontrar el lugar donde se alquilan canoas y kayaks, también se pueden observar los paneles solares que alimentan el lugar y que hacen que prácticamente no tenga que utilizar energía eléctrica.
En diálogo con La Voz del Pueblo, Hugo contó cómo arrancó este desafío ambiental de alimentar el lugar con energía limpia; “siempre me gustó el tema de la energía, siempre pensé el día que pueda voy a tratar de poner paneles solares para aprovechar”.
Fue hace tres años que tuvo el puntapié inicial. “Vivimos en un país con tanta inestabilidad que a veces cuando haces una diferencia de dinero, no sabes cómo invertirla y ahí me decidí a empezar. Compré tres paneles y el inversor que es el equipo principal, que es donde entra la energía que produce el panel que es de corriente continua y se convierte en corriente alterna”, explicó.

Además, contó que este inversor trabaja con un banco de baterías que se van recargando, entonces “cuando hay un corte de luz, seguís teniendo energía a través de las baterías” Si bien el inicio fue con tres paneles solares, el equipo adquirido era para nueve, entonces el año pasado tomó la decisión de ampliar a seis paneles más que fueron colocados durante el invierno.
Cortés dijo que esto le permitió alimentar más cantidad de equipos “con tres paneles yo producía 1 kilovatio por hora a pleno sol, y eso me alcanzaba para tener el regador prendido durante todo el día”.
.jpg)
El problema del gasto de energía comienza al conectar algunos electrodomésticos. En este sentido, señaló que “cuando arrancaba el expendedor de agua caliente para el mate, que gasta 2kW, o la pava eléctrica, un microondas, gastaban mucho más de lo que producía. Ahora con los nueve paneles suman unos 3 kW, produce en el momento óptimo 340 Watts por panel y el equipo permite 9 paneles”.
Si bien el rendimiento del equipo, puntualizó Hugo, depende de lo fuerte que esté el sol, también tiene que ver la orientación: “los paneles cuando están fijos deben estar situados al norte para aprovechar mejor el sol, en mi caso, arriba del muro que los puse no quedaban bien al sol por eso diseñé un sistema orientable, tienen un motor y se pueden mover siguiendo la ubicación del sol”.

A partir de la instalación de la totalidad de los paneles solares, Cortés no necesita energía de la red eléctrica, la usa solamente durante la noche para evitar que se agoten las baterías. “Cambio la energía de los paneles a la línea de noche, de esa manera alargo la vida útil de las baterías no utilizando tantos ciclos de uso”, afirmó.
Los motivos
Hugo Cortés relató que su interés tiene una motivación ambiental, pero observó que las tarifas en Argentina no acompañan la necesidad de ir cambiando la costumbre a la energía solar. Al respecto, sostuvo que “acá en Argentina está todo patas para arriba, si la energía te la cobraran lo que tiene que valer, valdría la pena tener cada uno su propio equipo generador de energía, contaminas menos el medio ambiente, sobrecargas menos las líneas, tenés menos problemas de seguridad”.

Comentó también que la energía solar es más estable. “Sería maravilloso y el excedente de energía de la gente se podría vender a los prestadores, ya sea una cooperativa o una empresa. Sería muy distinto si se cobrara al precio real, y la gente utilizaría más lo solar y se contaminaría menos porque es energía limpia”, expresó.
¿Por qué en Argentina es difícil instalar paneles solares? Cortés argumentó que “los equipos son caros, la inversión es grande y la energía es barata, entonces nadie quiere hacer esa inversión porque al costo de energía y el consumo que tengo en mi caso, van a pasar 30 o 40 años para que se amortice la inversión”
La temporada
Cortés contó que empezó con el alquiler de canoas y kayaks en el verano de 1998-1999, y destacó que este año, es la temporada que más ha trabajado. “No sé si es porque hay más gente o porque los días estuvieron ideales para estar acá”, analizó
Finalmente, agregó que “se ha dado una seguidilla de días que estoy trabajando lleno, mucha cantidad de tardes ventosas y la gente viene a buscar reparo”.