08|02|23 14:42 hs.
Beccaceci explicó que “los turistas empiezan a elegir espacios que son amigables con el medio ambiente, que no tienen impacto ambiental y donde se protege la fauna; y realmente hay muchos lugares que pueden ofrecer eso”
Si bien su formación es de veterinario, Marcelo Beccaceci además es fotógrafo, escritor, guía turístico y un férreo defensor del turismo sustentable.
En una larga conversación con La Voz del Pueblo contó acerca de su último libro, Gauchos de Malvinas donde a partir de una acuarela reconstruyó una historia desconocida para los argentinos, pero en la que también destacó la riqueza natural del partido de Tres Arroyos.
Su vínculo con Malvinas empezó cuando terminó la secundaria “había estudiado inglés desde chiquito y averigüé para ir a las Islas Malvinas a practicarlo porque no tenía presupuesto para irme a Europa. En ese momento YPF llevaba las garrafas a los kelpers, entonces había conseguido que, en enero de 1982, me llevara el barco a las islas”.
Pero su proyecto cambió drásticamente. “Justo en enero de 1982, por un problema de la maquinaria del barco no pude ir, en febrero me llamó el ejército, y en abril empezó la guerra. Yo iba a ir en enero a sacar fotos de naturaleza y en abril iba a ir con un fusil fal”, contó Marcelo que tenía fecha de desembarco en las islas para el 22 de junio, una semana antes que Argentina se rindiera.
Un folletito
Sin embargo esa idea de visitar las islas continuó. Años más tarde luego de recibirse de veterinario comenzó a hacer excursiones con extranjeros a la Patagonia, la Antártida y por último a las Malvinas. Allí fue donde se encontró con la historia. “Un día encontré un folletito con una imagen de dos gauchos tomando mate en un rancho, me llamó la atención qué hacía ese cuadro en las islas. Lo observo y leo que era una acuarela pintada en 1852”, dijo al recordar el momento en que comenzó a pensar en su proyecto.
A partir de esa información Beccaceci explicó que comenzó a hacerse preguntas; ‘¿cómo si la historia contaba que a los argentinos los habían expulsado de las islas en 1833, había una imagen de gauchos 22 años más tarde?’.
“Cuando volví a Argentina empecé a averiguar dónde estaba esa acuarela porque en el folleto había varias; y si te ponías a leer decía que en una época hubo gauchos sudamericanos, pero a la palabra argentina ni la mencionaban”, comentó.
Marcelo estuvo diez años rastreando el origen de las acuarelas hasta que descubrió que las tenía una familia descendiente de ingleses en su casa de Pilar. “Un antepasado de ellos, que estuvo ese año ahí trabajando y era el hijo del gerente de la Falkland Island Company, había hecho todas escenas de gauchos nuestros trabajando con el ganado criollo que habían llevado de Argentina” relató.
A documentarlo
El hallazgo de las imágenes fue el inicio de la creación del libro Gauchos de Malvinas. “Decidí que eso lo tenían que conocer los argentinos porque es una historia nuestra con gauchos en las islas, porque el 90 por ciento de la literatura sobre Malvinas es sobre la guerra”, expresó el autor de la obra.
La familia lo autorizó y Marcelo logró capturar las imágenes de todas las acuarelas, luego viajó a las islas para profundizar la investigación. “Empecé a tomar fotos de corrales de piedra que todavía existen, hay uno muy cerca del cementerio de soldados argentinos. Hice un mapa con todos los corrales, empecé a investigar en los archivos de las islas y encontré nombres de paisanos. Censos con nombres de mujeres y hombres argentinos, donde decía como profesión “guacho”, que era el primer nombre que le pusieron a los gauchos”.
Marcelo dijo que las imágenes “tienen detalles increíbles” y explicó que los gauchos tenían el trabajo de “capturar el ganado salvaje para después venderlo y proveer de carne a la gente de las islas”.
Un valor histórico
En cuanto al valor del libro destacó por un lado la historia que contiene; “cuando saqué el libro en Facebook salieron los kelpers a decir que era un mentiroso que nunca hubo gauchos y les respondí que vayan a ver los corrales que están en las islas, que vayan al museo y vean las acuarelas. Pudimos hacer esa historia en Argentina y reivindica más los derechos sobre las islas, hay gauchos de Santa Fé, Entre Ríos y Buenos Aires enterrados en las islas de los que nadie tenía noticias”, sostuvo.
Por otro lado comentó lo que significó para él realizar ese trabajo; “es el último libro que publiqué y es el que me toca más de cerca por haber sido soldado, porque me gusta el campo. Al ser veterinario y por haber accedido a esta colección, porque soy el único argentino que llegó a los originales. El hecho de ir al Archivo General de la Nación y descubrir documentos escritos -a mano- hace más de 150 años, explica mucho más la presencia argentina en las islas, hubo gauchos argentinos durante 70 años, mucho más que lo que los argentinos creen que estuvimos en las islas”.
El turismo sustentable
Marcelo Beccaceci trabaja desde hace muchos años promoviendo el turismo sustentable a partir de las expediciones al sur donde encontró emprendimientos que buscaban mantener el ambiente original y al mismo tiempo realizar turismo.
En la provincia de Buenos Aires, Beccaceci, explicó que los habitantes se dieron cuenta que “manteniendo una laguna, un garzal, un arroyo, tenían suficientes animales como para hacer turismo rural”.
Además agregó que “los turistas empiezan a elegir espacios que son amigables con el medio ambiente, que no tienen impacto ambiental, donde se protege la fauna; y realmente hay muchos lugares que pueden ofrecer eso”.
Marcelo, que es fundador y director de la editorial South World, contó que la última vez que vino a la zona fue hace 15 años y contó cómo encontró el lugar actualmente. “Estos días estuve bajando en el recorrido de los arroyos y viendo que algunos productores, sobre todo los que tienen campos sobre la vera, dejan una franja sin cultivar para que haya vegetación autóctona y pastizal, es algo interesante para empezar a implementar”, resaltó.
En tanto explicó que no hay muchos lugares como los que encuentran en la zona de las cascadas “ya no quedan rincones agrestes. Acá hay mucho potencial, encontrás un montón de fauna, habría que dejar ciertos corredores biológicos para que los animales se puedan desplazar, tiene que ver con ayudar a la conservación del patrimonio natural del municipio”.
Dijo en este mismo sentido que se trata de construir la herencia natural; “qué dejas vos para la próxima generación y qué podés rescatar, que los mismos jóvenes puedan encontrar una identidad natural”.