08|03|23 11:39 hs.
Me cuesta mucho vivir en estos días. De a ratos me cuesta respirar y seguir adelante teniendo frente a mí la imagen de la guerra, de la degradación más absoluta concentrada en un hombre. Un hombre de tanta crueldad, tan atroz negación de la vida, tan profundo desprecio por el otro… Parece imposible que puedan reunirse todas esas bajezas en una sola persona: Vladímir Putin.
Es el Día Internacional de la Mujer. A todas las mujeres, miles de mujeres que huyen de Ucrania con la desesperación a cuestas, con el terror y el olor de la pólvora y de la sangre y del miedo… solas con sus hijos porque sus hombres se han quedado a morir en su tierra. Solas, con hambre y frío… Y aun así tienen fuerzas para abrazar a sus niños, para abrigarlos y entregarles un beso y una sonrisa para que sus lágrimas no les pesen tanto.
A todas las mujeres que luchan por sus vidas y sus derechos en Irán.
A todas las que siguen luchando en mi país.
A esas mujeres, valientes hasta lo indecible, las abrazo.