“Desde hace años la competencia de la ATB es muy pareja, y como siempre Argentino es un buen equipo, con muchas variantes. Y nosotros también tenemos algunos jugadores nuevos como Brian (Bobb) que nos está dando una mano bárbara; este torneo lo tenemos que tomar para eso, además contamos con técnico nuevo (Marcelo Neyra), y sirve mucho porque los hermanos Fransen suman más minutos, aparecieron Escujuri, Ambrosius y Manu Arenas”, aseguró el bahiense.

Quilmes trabajará en encontrar una regularidad, porque a grandes picos de rendimiento le contrasta segmentos de bajo andar. “Hoy tuvimos el mejor partido defensivo, el primer tiempo fue bueno con un promedio de 16 puntos por cuarto; eso lo tenemos que mantener porque nosotros somos de tener gol en varios jugadores. Para mí la defensa es algo que no se negocia, lo hemos hablado y ya empezamos a mejorar”, valoró.    

Y precisamente en este nuevo aire que busca Quilmes, sostenido con la experiencia de Luna, Muñoz y Carbonetti, el propio de Iraeta, a sus jóvenes 43 años, dijo: “Yo sigo insistiendo, poniéndole todo. La idea del doble base me gusta y me permite soltarme un poco más”; y con su experiencia nutre al equipo de posibilidades con una característica típica y rendidora, al punto de haber sido vital para asegurar el triunfo ante Argentino. “A veces se dan los partidos así, entré bien con algunos robos y el equipo se potenció; siento que todavía puedo estar a la altura de la competencia, el equipo me recibió bien y lo disfruto mucho. Buscamos una reivindicación del año pasado que pensábamos podíamos estar para más; queremos luchar hasta el final, ojalá se nos dé, tenemos un fuerte envión y contamos con una hinchada incomparable, este es el club con más aguante y es muy lindo; nosotros lo sentimos, disfrutamos e intentamos estar a la altura de ello”, confesó De Iraeta.