En este sentido, y en diálogo con La Voz del Pueblo, el titular del lugar manifestó que “vine en el mes de septiembre del año 1994 a abrir el negocio, dado que me había quedado sin trabajo en Tres Arroyos y llegué a probar suerte en esta localidad. Desde ese momento, me ha ido muy bien. No obstante esto, he pasado por momentos difíciles y complejos, pero lo fundamental es que se pudo seguir adelante a pesar de todo. Primeramente instalé mi negocio en el sector céntrico, después ya pude hacerme de mi local en la avenida Carricart y fui progresando de a poco, poniéndole sacrificio y horas en la atención. No hay otra manera de crecer”.

Y agregó que “la verdad que la gente me recibió muy bien, ya que vine a vivir a Adolfo Gonzales Chaves sin conocer a nadie, solamente a quien había sido compañero mío de colegio, el gran César Sarrini. De a poco fui haciendo amistades y siempre soy un agradecido con los vecinos de este lugar que siempre me han acompañado en estos casi treinta años que sin dudas fueron muy importantes para mí”.

También comentó que supo trabajar en una estación de servicio durante ocho años. “Fue en Tres Arroyos, una que estaba frente al frigorífico Anselmo que después cerró y como mi padre trabajaba en un lubricentro en esa ciudad, es que me vine a probar suerte con ese rubro a aquí. Al principio comencé a vender aceite suelto y filtros solamente y ahora ya le he agregado accesorios varios. Se anexó el tema de abrir a las 7.30 hasta las 20 horas con la atención de corrido, trabajando todo el sábado y feriados, cosa que me ha incrementado la venta”, sostuvo.

En relación al presente y a lo que resta del año, subrayó que “seguimos trabajando con varios proyectos, de hecho ya tengo algo en vista que cuando lo tenga más definido lo daré a conocer; no quiero adelantar mucho, aunque debo decir que todo es porque me gusta mejorar y superarme día a día”.

Por último, hizo referencia a que el rubro no escapa a la situación tan variable en los valores de los productos por la alta inflación y la situación económica que azota al país, “pero después de tantos años ya estamos acostumbrados a esto. Ya viví la crisis del 2001 y otras situaciones que fueron complicadas”, reconoció Juan Ignacio De Aduriz. Finamente, se mostró agradecido con toda su clientela, proveedores, amigos y fundamentalmente con el pueblo chavense que le brindó todo el apoyo, como así también a su familia que siempre lo acompaña en cada decisión que toma.