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Obtuvo la Copa de Oro en el Desafío de Habilidades Bomberiles, que tuvo lugar en Neuquén. Afirmó que “seguiré haciendo carrera para ayudar a los demás”
La oficial principal Rosana Fernández, de Bomberos Voluntarios, obtuvo el primer puesto en el Desafío de Habilidades Bomberiles que se realizó en Neuquén. Participó en la categoría Individual Femenino Senior y logró llevarse la Copa de Oro, en una competencia que contó con más de 400 protagonistas.
La Voz del Pueblo dialogó con Rosana Fernández, quien comentó: “Ya el año pasado participé en este desafío. En esta ocasión nos tocó en Plottier, provincia de Neuquén, y hubo más de 400 participantes. Formé parte de Individual Femenino Senior, alcancé el primer puesto y la Copa de Oro; también intervine en Grupal Mixo Senior, categoría en la que alcanzamos la segunda copa. En total, la Federación Bonaerense obtuvo seis copas, es un muy buen número porque había competidores de todo el país”.
Por tal motivo, expresó su gran alegría, “en especial en mi caso porque cuartel me dio la oportunidad, como así también mis compañeros y mi familia que siempre me estuvieron apoyando desde nuestra ciudad”.
Al describir las características de este encuentro, dijo que “la actividad en sí comprende subir a una escalera de cinco tramos con una manga arriba del hombro. Se llega a un lugar, se le pega a un yunque con un martillo, luego se deja el martillo, se va a una manga con agua, se corre con la misma hasta pegarle a una guillotina y donde baja se pasa a otra posta. Hay un muñeco, que se asemeja a una persona y se lo traslada unos cincuenta metros como si fuera un rescate, entre otras prácticas”.
Puso de manifiesto que “cuando supe el resultado que indicaba que había ganado la copa, fue una emoción tremenda porque no me lo esperaba, ya que había un muy buen nivel en general. Se tuvieron que hacer seis pasadas que fueron durísimas, con un clima en la noche muy severo”.
Por otra parte, respecto a su labor como bombero en Adolfo Gonzales Chaves, afirmó que “es una actividad que realizo desde hace 27 años. Voy a continuar hasta que me dé el físico y que la comisión y la jefatura lo permitan“.
En este sentido, recordó que “todo comenzó un día cuando era muy joven y vine a anotarme. Hablé con quién era el jefe en ese momento, Gabino Atairo y aceptó, primero costó un poco porque no había mujeres en los cuarteles por ese entonces. Hoy si hay muchas mujeres bomberas, incluso hay cuarteles donde ya son jefas”.
Le otorgó relevancia a que “siempre tuve el apoyo de los compañeros dado que aquí se trata de trabajar en equipo, de lo contrario no sirve. Les estoy eternamente agradecida porque siempre me enseñaron todo y los que están hoy en día y los que han pasado son un ejemplo a seguir”.
Experiencias
Rosana Fernández ha intervenido en grandes incendios. “Soy brigadista forestal, por lo tanto participé en el año 2021/22 porque pasamos Año Nuevo en el lugar, estuve en Aluminé, Neuquén, siendo una de las que fui con otros cuarteles bonaerenses y se trató de una muy buena experiencia”.
Asimismo, intervino “el año que se incendió el Vivero de Claromecó. Es una especialidad que me gusta mucho y seguiré haciendo carrera para ayudar a los demás en el lugar del país que sea”.
En su análisis, indicó que “nos capacitamos para reconocer el fuego y el peligro que ello implica. Por ejemplo, en Aluminé nos tocó tener que irnos porque el viento hacia que el fuego viniera muy rápido por arriba de los árboles y se sentía muy cerca. Debimos retirarnos hacia un cerro, hacer un trabajo para resguardar a cincuenta familias de aborígenes que había en el lugar”.
Mencionó que todo lo que se hace en el día a día localmente, como capacitaciones, participaciones en incendios, accidentes, entre otros servicios, se va compatibilizando bien con el apoyo de la familia. “Sabemos que el bombero no tiene día, ni noche, cuando hay una emergencia es necesario estar presente, siempre cuidándonos y cuidando al compañero. A esto lo siento como parte de mi vida, no me veo no siendo bombero”, subrayó.
En las salidas que se concretan en viviendas o accidentes, “se siente mucho, porque uno también sufre el dolor del otro”.
Por último, agradeció “a la Federación Bonaerense, a mi capitán Javier Ruso que nos entrenó muy bien, que es un bombero de Buenos Aires y también agradecer a mis entrenadores personales, Maldonado, Iván Sosa y a las chicas que están en la pileta, Rita Walter y María Eugenia Echayre que me entrenaron en natación”. Habló con gratitud de “mi familia que me apoya siempre, mis camaradas de aquí y los de afuera que me conocen y fundamentalmente al pueblo que siempre nos da su apoyo”.