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Tres Arroyos, JUEVES 28.03.2024
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Visibles e invisibles

Por Stella Maris Gil 


Es un mito a desterrar, los criterio de muchos pensadores cuando pontifican «sepa una mujer hilar, coser y echar un remiendo, que no ha menester saber gramática ni hacer versos», al decir de don Calderón de la Barca en el Siglo de Oro español; o Schopenhauer en el siglo XIX: «Las mujeres son criaturas de ideas cortas y cabellos largos». 
Es interminable la lista de misóginos. En este planeta con una población, según datos de las Naciones Unidas, de 3650 millones, muchas de las mujeres pudieron y pueden desmentir tal aseveración, desde sus trabajos dentro y fuera de sus hogares, sus aportes a la sociedad.
La selección de féminas se hace difícil. Con muchas de ellas no comparto en absoluto sus acciones, pero como dice Osvaldo Bayer «recordar, historiar, no es, por cierto, reivindicar». 
Aquí nomás en Tres Arroyos por nombrar a algunas, la política apasionó a muchas, como es el caso de la primera concejala que tuvo el municipio. Se llamaba Velia M. Teresa Rocca de Rey, del partido radical, cargo al que accedió después que en nuestro país la mujer tuvo el derecho al voto. 

«Pienso que él me dio formación de lucha social», dice Irma Othar sobre su padre

En 1952 formó bancada con el Dr. Edmundo Santandreu, Dr. Evers Nelson Fossati y Alfredo Altuna. Luego del golpe de 1955, vuelve al Concejo Deliberante, de acuerdo a la Ley Orgánica de las Municipalidades, iniciando un período caracterizado por largos debates, principalmente entre el bloque de la UCRI y el que ella integraba, la UCR del Pueblo. El 25 de abril de 1960 presidió la sesión preparatoria.
Las actas del Concejo reflejan su constante presencia a través de sus palabras e ideas. No se amilanaba ante las amenazas y era infaltable su presencia como oradora en los «mitines» callejeros proselitistas. Nació en La Plata, se recibió de maestra y ejerció en Quilmes, para luego trasladarse con su esposo a Tres Arroyos, tratando de superar el dolor provocado por la pérdida de un hijo. Aquí fue directora de la escuela provincial N° 1. Decía su hija «fue una personalidad decidida, tierna en el hogar y con garra en la calle». 

Velia Rey fue intendenta provisional en 1986

Una mujer como tantas, esposa, profesional, política. Fue madre de cuatro hijos, dos de ellos fallecidos a temprana edad. Recibió presiones como funcionaria, tal vez porque la veían mujer. También estuvo en las juntas femeninas de la cooperativa eléctrica y por ello en muchos núcleos no fue bien mirada por el hecho de ser cooperativista. 
Dejó semillas. La escribana Velia Rey de Conti, su hija, fue concejala a partir de 1983 y la primera intendenta municipal que tuvo la comuna de Tres Arroyos, en un corto interinato, reemplazando al titular Jorge «Cocorolo» Foulkes, con licencia por razones de salud entre el 28 de junio y el 25 de agosto de 1986. 
Mujer temperamental, se la veía en sus ratos libres recorrer el barrio de la casa donde residía en la calle Sarmiento al 210. Su secretaria en la Municipalidad la recuerda activa, inquieta, decidida y simple. Mucho le molestaba el protocolo. Siempre vestida con pantalones y campera de jean, lo que hacía que con la premura del caso adecuara su vestimenta para alguna audiencia o acto oficial. 
Las agrarias demostraron también su fortaleza, algunas asumiendo la dirección de sus campos (Ver revista «Historia bonaerense»); otras revelándose ante los malos tratos de su marido. Una de ellas -como comentan los orgullosos descendientes- harta de tanta humillación subió al sulky con sus cinco hijos y se fue para el pueblo. Nunca más volvió. 
Irma Othar es otra fémina para visibilizar. Es tresarroyense, nacida en 1925, en la avenida Libertad, barrio de pocas casas, separadas por múltiples baldíos, calles de tierra. Convivió con 14 hermanos, su madre analfabeta y su padre, obrero calificado, anarquista y dirigente sindical de panaderos. Dice Othar «… pienso que él me dio formación de lucha social…» Sus primeros trabajos fueron como empleada doméstica y ahí fue cuando organizó el sindicato afín en su pueblo. Su capacidad hizo que la conocieran en los centros políticos y partió del pago, llevando su fibra infinita, su voz grave presta para compartir sus ideas y su convicción de lograr bienestar para todos. Fue obrera del frigorífico La Negra y se afilió al Partido Comunista. Llegó a ser miembro del consejo directivo de la Federación Democrática Internacional de Mujeres. 
En 1957 fue diputada nacional constituyente y también concejala en Lanús. Siempre decía que su deseo era alcanzar la igualdad social de sus coterráneos. Lo expresa en los ocho libros de su autoría. 

Golda Meir le agradeció a Eva Perón en abril de 1951, la ayuda humanitaria que israel recibió de la Fundación Eva Perón

El mundo 
Y ya que estamos en la América, porque no nos vamos al norte del continente y hurgamos en su pasado. ¡Qué mujeres! La afroamericana Rose Parks, «le dijo no a la segregación racial en el transporte público de Alabama, y encendió la mecha de la protesta civil. En los años ’50 en plena discriminación, era viajera diaria en colectivo. Estos estaban divididos en dos partes: los asientos de la mitad para adelante reservados a los blancos y la de atrás a los negros; en el medio había una hilera donde los negros se podían sentar en caso de estar desocupados. Se cuenta que en una oportunidad doña Rose se ubicó en uno de éstos y cuando un blanco se fue a sentar se negó a ceder el asiento; por supuesto, se la llevaron presa. Fue una luchadora, visitante habitual de los calabozos, pero marcó rumbos de acciones contra la discriminación en Estados Unidos. 
Y qué decir de Jane Adams, «militante y filántropa» que se expresó sobre la no participación de EE.UU. en la Primera Guerra Mundial, se manifestó por los derechos civiles de las mujeres, y apoyó las huelgas de los textiles en 1910. Fundó el Hull House en Chicago, institución aún vigente. Fue la primera mujer norteamericana que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1931. 
A ella se debe la fundación y dirección de las «Casas de acogida», centros en donde los pobres recibían formación y beneficios sociales y suponían un avance en reformas sociales. A la Hull House acudían cada semana casi 2000 personas que usaban las facilidades que ofrecía: escuela de tarde para adultos, guardería, asociaciones para los niños mayores, galería de arte, café, gimnasio, taller de encuadernación, escuela de música, compañía de teatro, biblioteca, taller para chicas, bolsa de trabajo. 

La nortearmericana Rosa Parks, militante de los derechos de los negros en EE. UU.

Más y más historias 
Interesante Golda Meir. En las fotografías la veo como una señora de cabellos entrecanos, rostro con muchas arrugas, tal cual a muchas mujeres de edad avanzada. Sólo que Golda debió enfrentar con suma sabiduría, equilibrio y riesgo personal los enfrentamientos de judíos y palestinos en el Oriente Medio. Vivió hasta 1978. 
Ben Gurión, a modo de adulación, decía «el hombre más firme de mi gobierno», frase que la irritaba. Una obsesiva por la acción política, pero también con las culpas que le provocaba el estar poco en el hogar, retaceando horas de mamá a sus dos hijos, perdiendo un matrimonio por las distintas formas de vivir que tenían ambos esposos, aunque a pesar de la separación se amaron hasta el fin de sus días. Golda se enfrentó a los líderes contemporáneos de ella, con el convencimiento de que un error podría desatar una guerra mundial. 
Decía: «La guerra es una inmensa estupidez. Estoy convencida de que un día los niños, en la escuela, estudiarán la historia de los hombres que hacían la guerra, como se estudia un absurdo…». 

Las maestras, haciendo patria en la cordillera

Algo de actualidad 
Existen largas listas de docentes desafiando los rigores de la naturaleza y del olvido, a lo largo y a lo ancho del país. Por el norte argentino, en la actualidad nacida en Jujuy, vemos a Natalia Sarapura. Ha dedicado la mayor parte de su vida a la lucha pacífica por los derechos de los pueblos indígenas y, en particular, de sus mujeres. En su función como presidenta del Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy (COAJ), la activista colla ha creado un concepto de desarrollo basado en el derecho a la tierra, a la educación y al buen vivir. En 2013, la fundación alemana Die Schwelle reconoció el valor de su trabajo, otorgándole el Premio de la Paz a la Militante Desconocida. 
Es la creadora del primer programa de educación indígena superior, en Argentina. 
Estas son sus palabras: «En el 2007, mi organización decidió crear una carrera que, por un lado, reconoce y respeta las bases culturales de los pueblos, y por otro, avanza hacia un diálogo intercultural, también con el Estado. Es una carrera creada desde la visión de las comunidades. Partimos del reconocimiento de que el saber y el proceso de aprendizaje están en la vida comunitaria. Los docentes no somos personas que vamos a enseñar, sino vamos a facilitar ese proceso…». 
¿Visibles o invisibles? Interminable lista de mujeres que con mucho costo, aún de sus vidas, pudieron visibilizarse. En todo el planeta, en el Asia y en el Continente Negro donde en muchos de sus países el sometimiento es total. Para escribir mil libros sobre sus luchas. 
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