La Región

Claromecó Inclusivo

Un “gracias” multiplicado por 75

08|02|19 10:39 hs.

Máximo Manías, de 13 años de edad, tuvo la posibilidad ayer de disfrutar del mar de Claromecó, un mar que presentó un aspecto de enorme lago pero que de igual modo experimentó la sensación de divertirse con las amigables olas que tuvo la jornada. 


Para que eso suceda, Cecilia Ferranti y Néstor Zoquini fueron fundamentales. Es que ellos están a cargo del baño accesible una prestación que esta temporada está disponible desde el 1° de enero. Ambos, y hasta la fecha, brindaron 75 asistencias. 

Fueron a turistas de distintas edades con limitaciones para movilizarse por sus propios medios, y para lo cual, indefectiblemente, requieren de la silla anfibia para disfrutar del mar. Y Máximo fue una de las personas que esta temporada disfrutó a pleno de las aguas de Claromecó. “La verdad, los admiro. Quiero felicitarlos. De corazón se los digo”. La muestra de gratitud nació de parte de una señora que se acercó hasta la carpa en la que Cecilia y Néstor hacen base, lugar especialmente adaptado para que las personas con limitación de movilidad, junto a sus familias, puedan acceder a la playa de la localidad. 


Cecilia Ferranti y Néstor Zoquini, encargados del manejo de la silla anfibia


Proveniente de la provincia de Santa Fe, la familia Manías llegó a Claromecó a vacacionar sólo por la posibilidad que brinda el destino en cuanto a accesibilidad. “Es muy bueno esto que brinda Claromecó. Es algo que nos permite a disfrutar a todos de la playa. Es la primera vez que venimos teniendo a Maxi en silla de ruedas”, expresó Tamara Bonzi, mamá del adolescente. 

La familia tomó conocimiento de esta posibilidad, de carácter gratuito, a través de las redes sociales. “Cuando decidimos venir, vi en Facebook la propuesta de la playa accesible. Fue a través de la página de la Agencia Nacional de Discapacidad”, indicó. 

Guillermo, papá de Máximo, dijo que “hacía tres años que no íbamos a la costa. Ni siquiera a algunos lugares de Córdoba porque todo se hacía complejo. Vinimos directamente para acá debido a que contamos con esta posibilidad”. 

“Esto, sin dudas, se debería replicar en otros lugares. No hay muchos destinos con este tipo de accesibilidad y de carácter público”, sostuvo. Y Tamara agregó: “Nunca habíamos experimentado este tipo de ofertas y es excelente. Máximo puede disfrutar del mar tranquilo y con la confianza de que hay gente especializada en el manejo de la silla anfibia. Tanto Cecilia como Néstor saben muy bien lo que hacen. Se ve que son personas que están capacitadas y son muy amables”.

“Todo me gustó; las olas, el agua. Todo. Cecilia y Néstor me trataron muy bien”, expresó Máximo, lleno de felicidad y con evidentes ganas de seguir disfrutando del mar de Claromecó.

“Muy contentos” 
Cecilia Ferranti es la responsable de manejar la silla anfibia en Claromecó. Durante el invierno de Argentina, ella realiza la misma actividad en España, donde hace veinte años que trabaja como guardavidas especializada en baños accesibles. “Allá es algo que está más naturalizado este tema. Acá, poco a poco se está mejorando y se van sumando cosas para brindar la mayor accesibilidad posible”, remarcó.

De lunes a lunes, y codo a codo con Néstor Zoquini, un incansable trabajador de la localidad que en forma permanente busca instruirse en materia de turismo inclusivo, la especialista se mostró más que satisfecha con los resultados obtenidos en lo que va del verano. “El balance es muy bueno. Este año tuvimos una respuesta fascinante de la gente. Han venido turistas de muchos puntos del país, como por ejemplo de Ushuaia, Santa Fe y de Neuquén”, expresó la guardavidas. 


Otra de las personas que disfrutó del mar


El servicio está disponible desde el 1° de enero y permanecerá hasta el 28 de febrero. “Hacemos aproximadamente cuatro baños por día”, puntualizó. Si bien el servicio funciona desde el 1° de enero, la primera asistencia se dio el tercer día de dicho mes. 

Desde entonces, y hasta ayer, Ferranti y Zoquini fueron partícipes de 75 intervenciones. “Mucha gente llegó a Claromecó y no sabía de este servicio. Pensaban que sólo estaba la bajada accesible. No imaginaban que se iban a poder bañar en el mar. Para esa gente fue una alegría muy grande y para nosotros también”, manifestó Ferranti. “Esto me genera felicidad. Cuando la gente nos agradece por lo que brindamos, yo les digo que ver disfrutar del mar a esas personas es lo que me hace feliz y me gratifica mucho”, dijo. 

Néstor Zoquini, por su parte, coincidió con lo expresado por su compañera. “Hacer feliz a los demás y en un lugar tan lindo como Claromecó, sin dudas que llena el corazón. A esto lo hace con ganas y sabiendo que a los demás le hace bien”, sostuvo. El joven, quien desde hace tiempo que se actualiza y capacita en todo lo relacionado al turismo accesible, mencionó que la localidad, poco a poco, “va creciendo en ese sentido”. 


Máximo Manías disfrutando de su baño de mar, con Cecilia y Néstor como guías


Al respecto, señaló: “Año a año se va mejorando. La conciencia social es una de las cuestiones a seguir resolviendo”. Entre sus apreciaciones, Zoquini valoró que “no en todas las playas hay una persona como Cecilia. Ella es una profesional con mucha experiencia en cuanto a este tema. Eso es muy importante”. 

“Potenciar Claromecó como destino accesible es fundamental, y más aún teniendo en cuenta la calidad de los profesionales que ofrecen, por ejemplo, el baño accesible”, recalcó el joven.