Tomar cerveza artesanal no debería ser sinónimo de dolor de cabeza. Pero muchos prefieren evitarla porque aseguran que les provoca malestar. Para evitar las malas experiencias y formar bebedores responsables y exigentes, los productores del sector convocan al primer festival de IPAs del país, que ofrecerá talleres de análisis sensorial para aprender a saborear una de las bebidas preferidas de los argentinos.
«Por muchos años, productores de cerveza artesanal vendieron productos que no estaban a la altura, y sigue pasando. Si una birra está buena en serio tiene que tener tomabilidad. Tenés que poder tomar un par de vasos sin esfuerzo, disfrutándola», dice a DIB Raúl Ferrer Justo, de Cervecería Walden.
Su marca es la organizadora de Burp, el festival que reunirá este sábado 3 de agosto, en La Plata, a las principales cervezas artesanales del país, muchas premiadas internacionalmente.
El festival surge en el marco del Día Internacional de la Cerveza (el 2 de agosto) y del «Ipa Day», que se celebra el primer jueves de agosto en el mundo para dar a conocer las mejores cervezas del estilo, que se caracteriza por su alto contenido de lúpulo (una hierba).
La historia de esta cerveza se remonta a Inglaterra, donde los productores le agregaban lúpulo para conservar sus propiedades en los viajes que los ingleses realizaban a la India. «Al ser antiséptico y antibacteriano, el lúpulo hace que la cerveza aguante mejor en el tiempo», explica Ferrer Justo y continúa: «Con los años, el lúpulo pasó a ser protagonista y las variedades modernas son muy aromáticas y sabrosas».
Pymes con potencial
Desde que se inauguró la primera cervecería en el barrio porteño de Retiro, en 1742, la industria fue en ascenso. Hoy, se producen cerca de 20,4 millones de hectolitros al año y según la asociación Cerveceros Argentinos, que agrupa a las grandes marcas, el consumo per cápita es de 45 litros anuales.
El promedio es bajo comparado con los 60 litros que consumen otros países de la región, por lo que los cerveceros creen que tienen mucho por crecer. Lo mismo creen los artesanales: su producción representa el 3% del mercado y se inspiran países como Estados Unidos, donde llega al 18%.
«La principal ventaja de las artesanales es la calidad y la variedad de estilos. La industria nos hizo creer que las cervezas son esas lagers que se parecen todas entre sí y se consiguen en el supermercado. Pero la birra es algo mucho más amplio, la variedad de estilos y posibilidades es infinita», argumenta el creador de Walden.
Como todas las pymes argentinas, los productores artesanales hoy necesitan del Estado para crecer y dar empleo. Sus principales reclamos tienen que ver con las altas cargas tributarias y el cumplimiento de las leyes, para que «las grandes compañías no abusen de su posición dominante ofreciendo precios de dumping (bajos o inferiores al costo) que las pymes no pueden llevar adelante para competir en los bares», concluye Ferrer Justo.
Festival Burp
El festival Burp será este sábado 3 de agosto en el Club Polideportivo de Gimnasia (calle 4 e/ 51 y 53 de La Plata), desde las 15 y hasta la 1. Además de talleres sensoriales, habrá stands de marcas como Juguetes Perdidos, Índica Beer (de Uruguay), Cerveza Bärfuss, Strange Brewing, Sir Hopper, Gorilla Cervecería Argentina y Cerveza Minga, entre otras.
En el lugar, habrá puntos de hidratación gratuita; un espacio de comidas de Otilia Burgers; una feria de emprendimientos jóvenes; un lugar para intervenciones de arte urbano (indumentaria, calcos, tatuadores, rap, graffiti); y dos shows musicales a cargo de las bandas Péres y Un Planeta. Toda la información se puede consultar en la cuenta de Instagram @festivalburp. (DIB) DG