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Los talleres protegidos en emergencia

“El taller no hace política, para ningún lado. Simplemente es saber la situación en la que nos encontramos. Esté quien esté”. Las palabras pronunciadas por Ricardo Pluis, presidente de la Comisión de Ayuda al Discapacitado (Coadis), describen la necesidad de dar a conocer las dificultades que padece la entidad que administra el Taller Protegido Despertar. 

El viernes, a través de Facebook, Coadis dio a conocer el atraso que se registra tanto en el pago de peculios para los operarios, como en becas que percibe la institución. En la sede ubicada en Viamonte 143 se desempeñan 34 operarios, que perciben por meses 1100 pesos que aporta el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia; y 450 provenientes del Ministerio de Trabajo de la Nación; mientras que la Provincia a su vez envía 44.880 pesos por mes a Coadis para cubrir erogaciones propias del funcionamiento. Los montos están totalmente desactualizados, teniendo en cuenta la inflación de los últimos meses, y a su vez aún no ingresaron aún los fondos correspondientes a julio. 

Ricardo Pluis

En Despertar trabajan cuatro empleados, dos con medio turno y dos en turno completo. Por todos, la institución debe cubrir las cargas sociales íntegras, junto por supuesto al sueldo. Entre muchas otras erogaciones, son elevadas las tarifas de gas y electricidad que cada mes tiene que pagar. 

Repercusiones
Los problemas son similares en los más de cien talleres protegidos que funcionan en el territorio bonaerense, que dan espacio e incluyen a más de 6000 personas con discapacidad. Así queda en evidencia al leer algunos de los comentarios que generó el reclamo público de Coadis. El atraso se reitera en todos los casos y deben hacer esfuerzos muy grandes para no verse desbordados por los gastos corrientes. 
“Lo que le sobra a nuestros operarios en dignidad, le falta a los gobernantes. Hoy es irrisoria la suma que se cobra”, expresaron desde el taller protegidos de Cepadis, en Lincoln. 
Un mensaje enviado por APACID, taller de Ramos Mejía, llama a “unir fuerzas”. En Los Tilos, de La Plata, consideran que lo que sucede “es muy triste. Juegan con la dignidad de nuestros operarios”. 
También escribieron en el Facebook de Coadis desde el taller protegido San Francisco de Asís, de Isidro Casanova: “Algo hay que hacer. Todos estamos en la misma difícil situación de abandono y desinterés por parte del Estado. Pensemos juntos, unamos fuerzas”. 
La mano
Cuando se produjo el cambio de gobierno en la Provincia, la deuda con los talleres protegidos era de cinco meses. No es que estuvieron en la gestión de Daniel Scioli tantos meses de manera consecutiva sin cobrar, sino que de manera alternada quedaron algunos sin percibir y se fueron acumulando. 
En enero de 2016, semanas después de la asunción de María Eugenia Vidal, Ricardo Pluis planteó en una entrevista que había que esperar, porque no es tan fácil para quien inicia una gestión resolver en poco tiempo las dificultades. Al día siguiente, recibió un llamado proveniente del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia: “no les vamos a soltar la mano”, indicaron. 
Meses más tarde, la gobernadora visitó el Hospital Pirovano y Pluis pudo preguntarle “cuando tendríamos novedades” por la deuda. Vidal le respondió en que mes esto iba a suceder y efectivamente –relata el presidente de Coadis- se realizó el pago por el monto atrasado. 
En junio de 2018, Despertar recibió la visita de Manuel Mosca, quien entonces era presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, acompañado por legisladores de nuestra ciudad. Pluis recordó ante Mosca: “Desde la Provincia, después de haber asumido este gobierno, nos dijeron que no nos iban a soltar la mano. A eso no lo hicieron, pero, te digo la verdad, estamos agarrados de la puntita del dedo, en el último eslaboncito”.
En este contexto, Coadis expresó el viernes en las redes sociales que “nos soltaron la mano”. No solo que los talleres en toda la provincia y los operarios no percibieron todavía los ingresos de julio, sino que no tienen siquiera una comunicación que les permita saber cuándo va a estar disponible el dinero. 
Inclusión 
Los operarios no se quejan por la demora, a veces preguntan si se produjo el depósito. No más que eso. La mayoría tiene una familia detrás que los ayuda, no dependen del peculio. Para ellos es muy importante disponer de este espacio para producir, desarrollar sus habilidades, compartir con otros la tarea y sentirse bien. 
Los miembros de la entidad evitan que puedan percibir cualquier malestar que surja por la economía. Cuidan el ambiente ameno del taller y mantienen a los operarios al margen de los efectos negativos que provocan los recursos insuficientes y que llegan fuera de término. 
Es clave el respaldo por parte de la comunidad. Los clubes de servicio desarrollan una labor fundamental: por citar solo dos ejemplos, anoche se concretó el Spaghetty Pary de Rotary Libertad, parte de cuya recaudación es para Coadis; y el Club 24 de Abril tuvo una activa intervención en la construcción del SUM, obra en la que colaboró el municipio. 
En marzo pasado, la Cooperativa Agrícola de Micaela Cascallares en su 88º aniversario efectuó una donación de 400.000 pesos a Coadis, como parte de una entrega a diversas instituciones, que permitió adquirir materiales por 250.000 pesos y fortalecer con la suma restante la capacidad de cubrir erogaciones generales. 
A su vez, dos grupos de operarios salen a vender con carritos en la calle, los días en que el clima lo permite. Queda una ganancia, pero el taller Despertar no es un comercio o una empresa con ingresos que permitan solventarse. Hay detrás una función social y humana relevante. 
Bajo presión 
Ricardo Pluis tiene 73 años, durante mucho tiempo integró la cooperadora de la Escuela Media 1 (actual Escuela de Educación Secundaria 1) y siente vocación por colaborar. 
En estas condiciones, más allá de disfrutar cuando ven la incidencia positiva de la práctica productiva, todos los que forman parte de Coadis se desenvuelven bajó presión. “Yo sé que tenemos que responder para pagar los sueldos, aportes patronales, servicios. La responsabilidad ante estos compromisos es de la institución, no de la Provincia”, puntualizó. 
Los costos se han incrementado de manera notoria. El viernes, Coadis expresó que “todo tiene un límite”. Rápidamente quedó de manifiesto, con las reacciones, que lo mismo sucede en otros talleres. Necesitan de manera urgente al menos que les informen cuando van a cobrar, que se implemente una actualización y que se les otorgue la importancia que merecen.

 

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