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Tres Arroyos, VIERNES 29.03.2024
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Una huerta con gusto a ordenanza

Una huerta comunitaria agroecológica para abastecer los comedores barriales infantiles y que además sirva como unidad demostrativa y de capacitación para quien quiera iniciarse en la producción de verduras y hortalizas. 

El proyecto está buenísimo por donde se lo mire. Y resulta aún mejor cuando se conoce la identidad de los impulsores de la idea: los alumnos de 6º 4ª de la Escuela Secundaria N° 1. 
En definitiva, un grupo jóvenes que se encolumnó detrás de una idea con una profunda mirada solidaria y que contempla el cuidado del medio ambiente. 
La propuesta nació en el marco de la materia Geografía e Investigación que está cargo del profesor Juan Pablo Tappertti, y llegaron a la huerta comunitaria luego de debatir otros proyectos. Fue determinante para que todos se pusieran de acuerdo en ir con esa propuesta como temática durante todo el año que se tratara de una producción saludable, ya que se apunta a un trabajo agroecológico, sin uso de agroquímicos, y que lo producido se destine a abastecer a los comedores barriales de la ciudad. 
Hubo un tercer hecho que hizo que la idea tomara un impulso importantísimo y pasara a convertirse en un proyecto serio: la charla con Fernando Pluis, el vecino que junto a un grupo de personas cultiva una huerta en el Parque Cabañas y produce semillas sin alteraciones que regala en la plaza San Martín con el objetivo de estimular la generación de quintas naturales. 

Los alumnos impulsores del proyecto de la huerta comunitaria “Dar vida a la vida”

Justamente llegaron a Pluis como parte de los trabajos que plantea la materia. “Una vez definido qué hacer como proyecto, en este caso la huerta, se tienen que llevar a cabo entrevistas con gente que se dedique al tema, con funcionarios, con técnicos especialistas, y así los chicos fueron avanzando”, resume Tappertti.

Paso a paso 
La huerta de Pluis se llama Edén, y hasta ahí fueron Tappertti y el alumno Gino Hidalgo para entrevistar al responsable. “Le planteamos si veía viable el proyecto y si podíamos arrancar usando su huerta, ayudándolo. Incluso, se le consultó sin en caso de que prospere el proyecto, él estaría dispuesto tener un sueldo y dedicarse a trabajar con gente a cargo”, explica Gino.
Todas las respuestas de Pluis fueron positivas. El entusiasmo de los chicos iba en aumento…
Muy buena onda recibieron también por parte de los ingenieros de la Chacra Experimental Integrada Barrow a quienes contactaron para pedirles una asesoría técnica. “Nos dieron mucho apoyo porque nos contaron que desde el INTA se está impulsando producir sin agroquímicos para obtener alimentos de calidad y que no tengan de ningún tipo de contaminante”, dice Axel Pade. 

Fernando Pluis cultiva una huerta en el Parque Cabañas junto a un grupo de vecinos y se entusiasmó con participar del proyecto de los alumnos

Como parte de la investigación, Thiago Benítez, Carolina Larralde y Laura Alarcón concurrieron a la charla que se brindó en el Museo Mulazzi a cargo de Patricio Eleisegui, sobre “agrotóxicos”. “Se habló mucho sobre la aparición de tumores por el uso de glifosato y enfermedades e incluso muertes por la acción de pesticidas”, cuenta Carolina. 
La visita a los comedores fue otro punto fundamental en la investigación. Milagros Flores, Iara Rodríguez y Victoria Tisera recorrieron los Frutillitas, El Parquecito, entre otros. “Averiguamos si recibían verduras, si tenían huertas donde abastecerse, y nos enteramos que la mayoría no recibía ayuda del municipio pero sí de la gente, que recaudaban plata y con eso iban a las verdulerías”, indica Milagros.
“Se mostraron entusiasmados con nuestro proyecto no sólo por lo económico sino porque sería un producto saludable y además podrían consumir variedad”, agrega. 

Concejales 
Con el objetivo de averiguar qué espacio le da el municipio a la alimentación sustentable, un grupo de alumnos recorrió los distintos bloques de concejales. Por supuesto que a todos les pareció muy interesante el proyecto porque ayudaría a los que más lo necesitan y sería una producción saludable. 
La charla con los concejales también sirvió para sondear el apoyo que tendría la idea en caso de llegar a ser tratada por alguna comisión del Concejo Deliberante. Porque la huerta destinada a abastecer a los comedores tendrá que ser trabajada por empleados municipales. 
En este sentido, Guillermo Salim, edil vecinalista y presidente de la Comisión de Hacienda, brindó información económica y pidió que se pusiera atención en cómo se iba a financiar el proyecto.
“Roberto Pissani (subsecretario de Obras y Servicios Públicos) es quien le cede el espacio a Pluis en el Parque Cabañas y quien tiene a cargo los trabajadores, nos dijo que no sería problema, y mostró mucho entusiasmo”, asegura Pade. 

La huerta del Parque Cabañas que sería la base de la propuesta de los chicos de la Escuela de Educación Secundaria N° 1

Otra visita clave fue al Instituto 33. “Hablamos con alumnos y profesores de Economía Social, y nos sirvió fundamentalmente para que nos explicaran cómo organizar el trabajo en equipo”, cuenta Thiago Benítez. 
El proyecto ya llegó a oídos de Carlos Sánchez. En un evento que nada tenía que ver la huerta comunitaria, Thiago, Victoria Tisera, Axel, Siro Menna, Florencia Ottaviano y Paz Montequín aprovecharon la presencia del intendente para explicarle la propuesta y cuentan que el jefe comunal se interesó con la idea. 
Banca ciudadana
El próximo gran desafío de los alumnos es presentar el proyecto en la Banca Ciudadana del Concejo el próximo 31 de octubre. “Son 10 minutos que va a tener uno de los chicos que ya designaremos para contar de qué se trata”, dice Tappertti.
“Este grupo salió segundo en el Concejo Estudiantil, tienen experiencia en lo que es confeccionar ordenanzas, entonces decidimos aprovechar eso y vamos a realizar una presentación desde el curso”, agrega el profesor. 
Así es que el borrador del proyecto de ordenanza está muy avanzado, y van a presentarlo en la secretaría del concejo para que sea tratado en alguna de las comisiones. 
Si bien, obviamente, los chicos no están identificados con ningún color político, es cierto que si alguno de los bloques se muestra interesado en el proyecto más posibilidades hay que se lo impulse y pueda transformarse en ordenanza.
“La idea es presentarlo y que pueda ser tomado por todos los bloques, y después que le hagan las modificaciones que crean convenientes”, coinciden los jóvenes.
“Los chicos terminan el secundario en diciembre, y el año que viene muchos se van, pero todos están entusiasmados con la posibilidad de dejar ‘algo’”, cierra Tappertti en representación de sus alumnos. 
Ese “algo” es un proyecto buenísimo por donde se lo mire. Una huerta comunitaria que ojalá tenga gusto a ordenanza.
  
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“Es una excelente propuesta”
En la evolución de la propuesta de llevar adelante la huerta comunitaria, los alumnos de 6º 4ª de la Escuela de Educación Secundaria N° 1 se contactaron con los ingenieros Agustín Barbera y Natalia Carrasco de la Chacra Experimental Integrada Barrow y tuvieron una entrevista enriquecedora. 

Los ingenieros de la CEI Barrow, Agustín Barbera y Natalia Carrasco, se reunieron con tres alumnos y el profesor Juan Pablo Tappertti

“Es una excelente propuesta, lo primero que les dijimos a los chicos es que sería genial que hubiera una huerta comunitaria demostrativa en un lugar de acceso para todos, porque nosotros cuando damos los cursos de huerta sólo brindamos la parte teórica porque no hay un lugar donde dar los prácticos. Si bien en la Chacra tenemos una huerta, para la mayoría de la gente es muy lejos”, explicó Natalia. 
“Nosotros les dimos asesoramiento en cómo sería llevar a cabo la huerta, cuántas personas tendrían que trabajar, como serían las labores, y a partir de esa charla ellos fueron redactando el proyecto de ordenanza. Después nos mandaron el borrador para que lo revisáramos y hacerle los aportes técnicos”, completó sobre lo que fue el encuentro que tuvieron con un grupo de alumnos y el docente Juan Pablo Tappertti.
Una de los aspectos que los técnicos de Barrow les explicaron a los chicos es que la huerta no sería orgánica sino agroecológica. “Lo que se propone es un manejo más integral de todo el sistema y abarca más prácticas, siempre evitando el uso de agroquímicos como para hacer una producción sustentable, algo que para ellos es fundamental”, manifestó Natalia. 
La ingeniera destacó que “hoy no hay en Tres Arroyos huertas comunitarias, hay dos pero que son de un grupo de personas, que si bien son abiertas no son de la comunidad como plantea este proyecto”. 
Además, como otra fortaleza de la propuesta, Carrasco indicó que “se plantea hacer una huerta demostrativa para quien quiera aprender, entonces se podrían dictar cursos, organizar visitas, realizar capacitaciones”. 
La Chacra participaría activamente del proyecto realizando la entrega de semillas del Pro Huerta y brindando las capacitaciones prácticas en la misma huerta. “Para nosotros la idea es genial, y más aún porque es impulsada por jóvenes”, cerró con entusiasmo la ingeniera.
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