No lo pensó de esa manera. No se inscribió para ser la primera mujer en sumarse a Bomberos Voluntarios de Claromecó. Lo hizo porque tiene vocación y ganas de hacer su aporte en esta tarea. Pero, sin quererlo, Daiana Ramírez –de ella se trata- abrió un camino.
Rindió un examen teórico y después el práctico el 21 y 23 de noviembre.
Valoró el orgullo que expresa su familia por su decisión de ser bombera. Hizo referencia a que hay cuerpos activos de la región que tienen integrantes femeninos y consideró que se irán incorporando con el tiempo en otras ciudades donde aún no hay. “Trabajamos a la par, al menos así ocurre en Claromecó y seguramente es igual en todos los cuerpos activos donde cuentan con bomberas”, manifestó.
Está dando los primeros pasos, con entusiasmo y la mejor predisposición para colaborar con la comunidad de Claromecó y con todos los turistas que llegan de manera temporaria para disfrutar del descanso.