
Los datos de la Argentina, en principio, están en concordancia con números obtenidos en otros países. Por ejemplo, desde la SAN tienen conocimiento de una encuesta realizada en España que produjo resultados similares, aunque su alcance fue más limitado (900 personas evaluadas), que arrojó que casi la mitad de los consultados (46%) había aumentado de peso.
En ese sentido, los especialistas de la SAN aconsejan que cuando nos invade la ansiedad o cualquier otra emoción negativa, es importante trasladarse a un lugar lo más alejado posible del ambiente con comida disponible.
Otra recomendación es evitar tener a mano muchos alimentos, decisión que hay que empezar a tomar en el momento de realizar las compras.
Además, aconsejan buscar emociones placenteras como, por ejemplo, escuchar música, leer o simplemente poder hablar con alguien que sea positivo para nosotros y no dudar en pedir ayuda.
Moverse cada 30 minutos
En cuanto a la actividad física, ante la falta de disponibilidad de gimnasios, parques o clubes, desde la SAN señalaron que “debemos encontrar en nuestro hogar nuevos espacios para movernos y desplegar todos los efectos positivos que podemos conseguir con la práctica de actividad física regular”.
Entre otros consejos, se recomienda interrumpir cada 30 minutos las conductas que impliquen sedentarismo, parándose y moviéndose al menos 2 minutos, empezar lenta y gradualmente con el movimiento desde pocos minutos por semana hasta el recomendado de 30 a 60 minutos por día; y también, por qué no, buscar un curso online de baile, yoga u otra actividad que nos guste y requiera mover el cuerpo.
“En el aislamiento, cuantas más horas se pasa sentado, recostado o acostado para realizar actividades de distracción (juegos, mirar televisión, usar dispositivos móviles), menos ejercicios se hace y, por lo tanto, más se deteriora nuestro estado físico, conduciendo a un mayor, indicaron.
En una situación de cuarentena, las opciones se reducen, aumenta el estrés, acecha la rutina y se está siempre cerca de los alimentos. Si bien el ideal es que cada persona lo consulte con su nutricionista, en líneas generales, se recomienda:
– Realizar 4 comidas diarias: desayuno, almuerzo, merienda y cena, aunque los horarios no sean los habituales.
– Si entre las comidas principales pasan muchas horas y quiere realizar alguna colación, elegir preferentemente alimentos saludables; como frutas frescas o desecadas, frutos secos, un vaso con leche descremada, un yogurt descremado, un trozo de queso bajo en grasas.
– Desvincular la comida de las emociones, por ejemplo, por aburrimiento y de las situaciones de estrés. Comer solo un plato por comida.
– Incluir durante el día, gran variedad de tipos de alimentos. Por ejemplo: verduras y frutas de estación, legumbres, cereales integrales, carnes, huevos, pastas, lácteos descremados, garantizando así el consumo de suficientes de vitaminas y minerales.
– Como medida preventiva, para no salir de manera frecuente para hacer las compras y realiza una compra grande, se recomienda almacenar los alimentos siempre fijándose fecha de vencimiento y tratando de solo preparar lo justo para poder manejar el control de la porción.
– Evitar el picoteo.
– Hidratarse preferentemente con agua potable. Agua mineral o agua corriente.
– También se recomiendan las infusiones sin azúcar agregada.
– Incluir alguna comida que resulte placentera, algo rico, dulce o salado según se prefiera y si no tiene contraindicado. Una porción chica. Por ejemplo: un alfajor chico, un bombón, un bloquecito de chocolate, un sándwich con jamón y queso, preferiblemente con pan integral.
– Aprovechar este tiempo en el hogar para realizar una alimentación variada y equilibrada, como base para un estilo de vida saludable. (DIB) MCH