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La gran visión del presente vislumbrado

Molinos Balaton S.A. es una industria nacida y hecha grande en San Cayetano, porque hasta aquí no ha parado de crecer cuidadosamente en todos sus aspectos, tanto estructural como en su elaboración, y precisamente en la actualidad se encuentra en pleno proceso de ampliación de su planta. 

Es una empresa ejemplo en la ciudad, desde hace 25 años recién cumplidos, incorporando tecnología para mejorar el producto, capacitando el personal y buscando la excelencia. 
En épocas donde se busca industrializar el distrito, Balaton es un ejemplo de progreso apostando siempre al agregado de valor a la materia prima. 
Sobre lo que es Molinos Balaton, desde su comienzo hasta hoy, habló con LA VOZ DEL PUEBLO Daniel Saluppo, gerente comercial de la firma.

-¿Cómo nace Molinos Balaton, en qué contexto se da esta expansión de la planta y hacia dónde está orientada? 

-Hace 25 años nadie se imaginaba este presente y más teniendo en cuenta las actuales condiciones. Sin embargo no es algo casual: el fundador de Molinos Balaton, el arquitecto Miguel Saluppo, tuvo una gran visión de futuro y quiso formar una gran empresa desde sus comienzos. El vislumbró este presente desde la propia fundación del Molino. ¿En qué contexto se da esta expansión?, en un momento muy difícil para la economía de nuestro país, pero adaptándonos de la misma manera que se ha adaptado el empresariado argentino, sufriendo, trabajando, no bajando los brazos, tratando de incorporar mejoras tecnológicas que permitan reducir los costos, tratando de ganar nuevos mercados y poniendo el máximo esfuerzo en la generación de riqueza. 
-¿Esta ampliación de la planta, implica además generar nuevos puestos de trabajo? 
-Sí, pero es algo que hacemos continuamente en el molino. A veces nos cuesta conseguir gente con las calificaciones específicas que necesitamos, pero de todas maneras insistimos y apostamos por el pueblo de San Cayetano. Inclusive tomamos gente sin formación, para capacitarla nosotros dentro de la actividad. Apostamos a trabajar con la gente del pueblo y de la zona, esa es la propuesta que tenemos desde el directorio desde siempre, incorporar como prioridad a la gente local. Sumado a la contratación directa, no debemos dejar de lado todos los puestos de trabajo que se emplean en otros agentes de la cadena productiva y comercial, ante mayor actividad e inversión. Por ejemplo, empleos para personal logístico y de transporte, acopios, corredores, ingenieros agronómicos especializados en producción y fertilización de trigo, empleos generados en empresas de biotecnología contratadas para la investigación y desarrollo de semillas de mayor calidad, etc. Los agronegocios, y en especial la cadena agroindustrial del trigo, generan un gran impacto en el PBI regional y nacional. 
-Pasaron 25 años del inicio, ¿cómo reseñaría la vida del molino desde sus comienzos? 
-Durante estos 25 años de existencia, la empresa ha destinado sus mayores recursos y esfuerzos al crecimiento cuidado, a la obtención de productos de calidad, y al desarrollo de una cartera de proveedores y clientes con quienes logró establecer una relación de beneficios mutuos. De esta manera, el crecimiento sostenido que tuvo la empresa en este tiempo, a pesar de los altibajos producto de las distintas crisis económicas, le permite ser hoy una empresa de renombre en la zona y en el sector. La dirección de la empresa continúa manteniendo el optimismo en seguir desarrollando sus fortalezas, aprovechar las oportunidades que surjan y consolidar y desarrollar la empresa en el largo plazo. 
-Producen parte del trigo que elaboran, ¿qué implicancia tiene para el producto final? 
-El producto final es el resultado de una serie de pasos bien planificados y ejecutados, con las medidas de control necesarias, para producir y entregar un producto seguro y confiable.
La dedicación empieza desde el campo y las semillas, más del 50 por ciento del trigo anual que procesamos es de producción propia, sobre campos propios y arrendados, asegurando así que las mejores prácticas agrícolas se cumplan. Esta integración vertical garantiza trazabilidad, cuidado, constancia y homogeneidad.
El control del proceso productivo también es clave para contar con un producto final de excelencia. Se cumplen las distintas normas de seguridad en producción, control de calidad, laboratorios de testeos y mediciones de humedades y pesos, desde la recepción de la materia prima, la clasificación de cada harina y el servicio post-venta.
Los productos de Molinos Balaton son despachados y entregados siguiendo las mejores normas de seguridad e higiene. En todo el trayecto desde la salida de planta hasta la entrega al cliente, la empresa se asegura que el producto sea aislado y cuidado, para conservar sus características distintivas y preservando su reconocida calidad. 
-Cuánto juega en la empresa estar en una región triguera por excelencia? 
-Hemos cumplido 25 años en la zona y el sudeste de la provincia de Buenos Aires, y la hemos elegido desde el principio básicamente por la calidad de su trigo. Este trigo es óptimo para la producción de harina y si, estamos en la zona triguera por excelencia. El contar con un producto de muy buena calidad nos sirve para poder contar con la calidad que pretendemos para nuestra producción. 
-Más allá de la harina, ¿qué otros productos produce el molino? 
-La ampliación del molino que se está encarando en estos momentos apunta a aumentar sustancialmente la capacidad de molienda y a sumar líneas de producción de nuevos productos. Mientras que el país está en recesión, la empresa ha seguido invirtiendo y apostando al futuro del negocio y fundamentalmente al de San Cayetano. 
-Además la firma tiene participación social en la comunidad 
-Sí, el molino tiene una alta participación social en la comunidad desde siempre, entendemos que somos parte integrante de un todo, la responsabilidad hacia el otro es algo que nos nace naturalmente y es una forma de devolverle a la gente que nos ayuda en el día a día. 
Participamos activamente en ferias organizadas en la comunidad, ya sea en forma presencial o por medio de auspicios. Organizamos talleres de formación, donde distintos profesionales enseñan sobre repostería, panificación, harina y sus características y su utilización, etc. Somos auspiciantes del Club Independiente de San Cayetano, que lleva nuestro logo en las camisetas. 
Puntualmente y debido al Covid-19 el molino se puso a disposición del municipio de San Cayetano para donar harina a las personas que la necesiten y se donó dinero a la Secretaría de Salud para la compra de insumos necesarios para el Hospital Municipal San Cayetano para que estuvieran abastecidos ante un brote del virus. 
Junto con la Secretaría de Cultura de San Cayetano organizamos un concurso de dibujo para chicos de distintas edades, con el fin de concientizar sobre el coronavirus, donando la empresa los regalos que se entregaron a los ganadores. 

 -¿Cómo se estima que va a ser el mercado harinero después de la pandemia y fundamentalmente para una empresa de las características de Molinos Balaton? 
-La pandemia, obviamente, afectó a todo el sector molinero, no solamente a Balaton, pero no tanto como a otras industrias. Al tratarse de un alimento y una actividad esencial alimenticia, su consumo no cae dado que lo último que deja de hacer la gente es alimentarse y la harina es uno de los alimentos base de la pirámide nutricional. 
La empresa sigue abasteciendo en forma normal a los clientes, bajó un poco la demanda porque las panaderías están vendiendo menos sus productos debido a que las personas han preferido elaborar los panes, pizzas, fideos, etc. en sus hogares. Pero a grandes rasgos no ha estado afectada la actividad del molino, y prevemos una buena recuperación cuando la pandemia pase, volviendo a los niveles anteriores. 
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