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De un debut casual a gloria de Argentino y un gol a Gatti

Surgido en Argentino Junior, con un paso triunfal por Huracán y acción en Echegoyen y la selección de Tres Arroyos, Roberto Barrionuevo escribió su nombre en el fútbol tresarroyense por categoría, goles y algunas historias que los memoriosos aún recuerdan aunque haya comenzado a jugar en la década del ‘60 y retirado hace más de 30 años. 

Aquellos que lo vieron jugar no se olvidan de aquel nueve que integró el equipo subcampeón del Bichito Colorado en el ‘69, fue campeón con Huracán en dos oportunidades, jugó en la selección de Tres Arroyos y, como si fuera poco, le hizo un gol al Loco Gatti cuando Gimnasia de La Plata llegó a la ciudad para jugar un partido amistoso. 

Roberto Barrionuevo (Foto: Horacio Arbasetti)

Su paso por el fútbol es digno de ser recordado, porque nacido el mismo año que Argentino Junior (en 1947), club en el cual comenzó y cerró su carrera y es considerado una gloria, debutó en un partido que en realidad había ido a ver como espectador, descartó dos ofertas concretas para llevar sus goles a Buenos Aires primero y a Río Negro después y enfrentó a grandes equipos, aunque se quedó con las ganas de jugar contra Boca por una situación inédita.

Con 14 años Roberto, que es oriundo del barrio del Bichito Colorado y aún vive a tres cuadras de la cancha, comenzó en las inferiores del club al cual le destinó la mayor parte de su carrera. «Cuando yo nací se inició el club», afirmó en la redacción de este diario en una charla que compartió junto a su hijo menor, Carlos. 
“En Segunda debuté de casualidad”, afirmó para sorpresa, y es que Barrionuevo con edad de Sexta (16 años) fue una tarde a ver el partido de Argentino ante Claromecó y terminó de titular por la banda derecha, de 8. “Fui en la bicicleta, me agarro del alambre para ver el partido y viene uno corriendo y me dice ‘vení Roberto que vas a jugar’”, relató. “Me pusieron y no salí nunca más”, agregó. 
En inferiores siempre fue 9 de área, pero su comienzo fue de 8 “porque la Segunda tenía un 9 y no iba a ir yo a meterme, poco tiempo igual, después fui delantero”, recordó. 
En Argentino 
El club que más disfrutó de Roberto Barrionuevo fue Argentino Junior, donde jugó siempre por amor a la camiseta. «Yo en la única parte que cobré fue en Huracán y en Echegoyen, en Argentino Junior nunca cobré un peso, jugábamos por la camiseta y algún churrasco que te hacían después del partido», aclaró. 

En un Boca-Argentino, el arquero Fernández le da con el puño mientras se ubica amenazante Barrionuevo. Cerca se encuentran Di Stéfano, Martínez y Cedrón

El Bichito también le permitió darse el gusto de jugar con sus dos hijos más grandes. “Una sensación linda” contó sobre compartir la cancha con sus herederos, y remarcó que fueron partidos diferentes. «Me acuerdo que jugamos contra Quilmes en la cancha de ellos, le ganamos, y el mayor me parece que hizo dos goles, el año que fui técnico y jugué. Y lo saqué, hizo los dos goles y lo saqué, y me decía Osvaldo Sosa ‘no lo saqués’, y le dije ‘si ya hizo dos goles…’», describió Roberto. 
En su club también le tocó compartir con un histórico de la institución, como fue Osvaldo Sosa. «Un jugador tremendo”, fue la descripción, que continuó: “Una habilidad tremenda, goleador, tenía todas las condiciones. A él lo llevaron a probarse y se vino porque extrañaba». 
Gatti lo sufrió 
En las décadas del ‘60 y ‘70 era habitual que los clubes de la AFA hicieran giras por el interior y llegaran a Tres Arroyos. A Roberto Barrionuevo le tocó reforzar a Huracán (jugaba la base del Globo con jugadores de diferentes clubes) y metió un gol inolvidable, ya que le anotó al Loco Gatti que en ese momento jugaba en Gimnasia de La Plata y ya había disputado el Mundial de Inglaterra 1966 con la selección argentina. 
El resultado de ese encuentro fue 2 a 2, “y le hice un gol a Gatti» contó con orgullo y alegría. Al pedirle que recree la acción, narró: «Me tiraron un pelotazo largo, lo encaré y medio que me resbalé al entrar al área, él se tiró para acá (haciendo un gesto para uno de sus lados) y yo se la tiré al otro palo. Yo salí medio gateando y la gente siempre me preguntaba ‘¿qué te dijo el Loco Gatti?’, me pegó un chirlo en el ‘traste’ y se reía, y me dijo ‘muy bien negro’”. 
Ese grito puedo haber sido uno de los más importantes de su carrera, pero no su mayor orgullo, ya que “es lindo hacerle un gol a un arquero de esos que jugó en Boca y River” pero el encuentro se dio en el marco de un amistoso. Al pedirle entonces cuál es el más significativo recordó: “El que hice cuando salimos campeón con la selección que le ganamos a Bahía Blanca, acá en Tres Arroyos, los tres partidos se jugaron acá. El primero le ganamos, el segundo nos ganaron y jugamos la finalísima, todo en la cancha de Huracán. Era el Regional Centro, entraba Ayacucho, Tandil, Azul, Olavarría y alguno más. Bahía ganó la zona de ellos, nosotros la nuestra y después jugamos la final, no sé por qué no jugamos allá, creo que Bahía no quiso que vayamos allá. Eran unos partidazos durísimos”. 
En ese equipo formaban jugadores que trascienden generaciones, y Barrionuevo recordó a algunos… «De todos capaz no me voy a acordar, pero el arquero era Olivieri, después jugaba Pérez que era de Huracán, Adolfo Luna, creo que de tres el Colorado Cedrón de Boca, Perrone de Boca, el Laucha Pedone de Huracán, un tal Coria que era de La Plata, Rivada, yo y el Gallego Palacio era la delantera», detalló. 

Ante Boca, con las ganas 
Una anécdota muy particular de Barrionuevo fue cuando vino Boca a fines del 60 a jugar un amistoso tras ser campeón del torneo de la AFA, y él fue convocado para reforzar a Huracán. El técnico del Globo era Lorenzo Ceballos, pero por motivos personales tuvo que viajar a Buenos Aires y quedó momentáneamente en el cargo Serafini, su entrenador en Argentino. 
“Tenía una alegría tremenda, iba a jugar contra Boca de AFA que llegaba con todos los titulares”, contó Barrionuevo, que para su sorpresa arrancó en el banco de suplentes. “Empezaron a jugar y yo suplente, en ese partido podían cambiar todos, y hacen una falta, empezaron a atender a un jugador y el arquero de Huracán lo llama a Adolfo Luna y del arco se viene corriendo al banco de suplentes, y le dice ‘Ruso, ponelo a Roberto ¿cómo lo tenés en el banco?’. Y le dice, ‘bueno, ahora lo pongo’. Y cuando se fue me dice, ‘vos hoy no jugás, porque estos están acostumbrados a hacer el equipo ellos, y a mí no me va a hacer el equipo nadie’. Entraron todos un rato, menos yo», recordó aun mordiéndose de desilusión por no haber estado al menos unos minutos en ese partido. 
Aparte de los enfrentamientos ante Gimnasia y Boca, también fue convocado cuando llegaron Colón de Santa Fe y San Lorenzo. «Con el único que empatamos fue con Gimnasia, me parece que Colón nos ganó 4 a 1, San Lorenzo 4 a 0 y Boca 3 a 0, vino con todas las figuras. Angel Clemente Rojas le hizo un gol a Olivieri, siempre jugaba tipo Gatti, se adelantó y se la tiró desde el medio de la cancha…”. 

Barrionuevo cabecea ante Azul jugando para Tres Arroyos

Alegrías en la Liga 

Roberto Barrionuevo es de los privilegiados que han salido campeones de la Liga de Fútbol de Tres Arroyos. Primero logró el ascenso con Argentino, equipo con el cual se quedó con un Preparación y fue subcampeón invicto en el ’69; “empatamos los dos partidos con Huracán, tenía un equipazo”, explicó sobre esa edición. 
Con grandes actuaciones en el Bichito llegó la convocatoria para jugar el campeonato Regional Centro del ’71 donde Tres Arroyos se impuso a Bahía Blanca en esas tres finales. Y al año siguiente el llamado de Huracán, y hacia allá fue para ser campeón en dos oportunidades, en el ‘72 y ‘73. 
Más allá de su buen nivel y haber sido el 9 en los títulos del Globo, explicó la razón por la cual él cree que no compraron su pase definitivo y emigró a Echegoyen. “Yo siempre tuve un problema en la rodilla, me dolía, nunca se me hinchó -comenzó-. En un campeonato argentino nos eliminó Jorge Newbery de Junín acá, allá nos ganaron y yo no podía jugar por la rodilla y me hicieron tres infiltraciones antes del partido, aguanté medio tiempo y no aguanté más. Quedamos eliminados. Y me iba para mi casa un domingo a la noche y sale Roberto Bottino y me dice ‘Negro, ¿mañana qué tenés que hacer?’, le digo ‘tengo que ir a trabajar’ (trabajaba en una empresa constructora), ‘perdí permiso en el trabajo que mañana te llevo a la AFA a operar’. Calculo que si me hubiera llevado y me pongo bien quedo definitivo. Le dije que no, había poco trabajo y a ver si perdía el trabajo». 

Roberto Barrionuevo en la redacción de La Voz del Pueblo con los artículos periodísticos históricos que respaldan su historia

Más chances 

La posibilidad de quedar definitivo en Huracán se esfumó, pero Roberto Barrionuevo tuvo dos chances más que no se terminaron concretando. Una a Huracán de Parque Patricios que era animador de los torneos de AFA y otra a Círculo Italiano de Villa Regina, Río Negro. Ambas anécdotas son dignas de ser contadas, más allá que el 9 nunca llevó sus goles a otro lugar. 
La posibilidad de ir a Buenos Aires fue mediante una prueba, donde se dio por la llegada de un revisador de cueros que arribó a la barranca en la que él trabajaba en ese momento. “Conversando los otros compañeros me preguntaban con quién jugábamos el domingo y se me acercó y me dice ‘¿jugás al fútbol vos? le digo que sí, y me dice ‘te voy a ir a ver’. Perdimos me parece contra Huracán, y el lunes me empezó a cargar, y al otro domingo va otra vez, ganamos y el lunes me dice ‘el otro día te cargaba, pero me gusta, yo soy dirigente de la subcomisión de fútbol del Globito de Parque Patricios, ¿no te querés ir a probar?’, le dije que no ´porque en ese momento te tenían 20 días’, no quise ir”, recordó y contó que se arrepiente de no haber aprovechado esa oportunidad. 
Mientras que su siguiente oportunidad para que sus goles emigren fue cuando el arquero Olivieri lo llamó para que se vaya a probar a Círculo Italiano de Villa Regina. Su juego convenció a los dirigentes, que le consiguieron trabajo, una casa y le dijeron que le iban a mandar un camión para que haga la mudanza. “Pasaron unos diez días y llegó el camión, y cuando llegó le digo al camionero ‘no, no, deciles que no voy’. Pero me dice ‘sos loco, me hacés venir de allá’. Y no fui… me arrepentí”, aseguró Roberto Barrionuevo sobre su segunda oportunidad de trasladarse de Tres Arroyos, que para los futboleros fue una buena noticia ya que pudieron disfrutar de Roberto Barrionuevo muchos años haciendo goles en la liga local.  
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