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Istilart y don Próspero Puchulu

Por José Mariano Pérez


Quizás el Sr. Próspero Puchulu haya sido uno de sus mejores amigos, y hombre de confianza de Istilart. Muestra de ello son los negocios que llevaron adelante y el trabajo conjunto que realizaron en la fundación de la Société Philanthropique Francaise (1891), la Sociedad Rural -originalmente llamada Asociación de ganaderos- (1887), La Previsión (1904) y el Banco Comercial (1907) entre otras instituciones. 
El 12 de octubre de 1900 suscribieron la escritura Nº 469 por ante el escribano Jonás, mediante la cual formaron una sociedad mercantil que giraría bajo el nombre “Puchulu e Istilart”. El objeto principal de la misma era el acopio de cereales, como así también la compra venta de los mismos. Cada socio aportó diez mil pesos moneda nacional, por lo que el capital social era de veinte mil pesos. La sociedad funcionó satisfactoriamente y sus dueños concretaron innumerables negocios puesto que ambos poseían un muy buen concepto en Tres Arroyos y la zona, confiando en ellos gran cantidad de chacareros que les vendían sus productos. La empresa se expandió, por lo que debió contratar personal para tareas contables, administrativas y bancarias. El empleado de mayor confianza de Puchulu e Istilart fue el Sr. Alfredo Lovengard. A él se le otorgó un poder especial el 14 de enero de 1901 para efectuar todo tipo de transacciones comerciales en el Banco de la Nación Argentina, única institución bancaria afincada en la ciudad. También trabajaron para la sociedad los señores Victor Lafaille y Pedro Lamothe. 

Próspero Puchulu

Don Próspero Puchulu había partido de Francia en 1874, proveniente de Arneguy, una aldea de la Baja Navarra, justo en la frontera con España. Viajó junto a tres hermanos. El barco que los traía hizo una escala en San Salvador de Bahía, Brasil. Allí los vascos vieron por primera vez en sus vidas a los negros. Don Próspero sintió una enorme desconfianza hacia «esos hombres más monos que humanos» según decía. Por ello evitaba tenerlos de empleados. 
Próspero se casó en Tandil en 1883 con Juana Çacouteguy, también inmigrante francesa. Vivieron poco más de un año en la ciudad serrana para trasladarse a Tres Arroyos, donde a poco de llegar conocen a Istilart. 
Doña Juanita había aprendido a leer y a escribir en estas tierras, para después transformarse en la maestra de su marido y de otros compatriotas, como Istilart, Pedro Pecoits, Juan Bautista Larriestra, entre otros. A modo de reconocimiento hacia quien había sido su maestra en estas tierras, Istilart al inventar la exitosa segadora, la bautizó «La Juanita». Llegaron a haber cientos de «Juanitas» trabajando por los campos de esta zona en los primeros veinte años del siglo XX. 
Cuando llegaron a Tres Arroyos don Próspero levantó un hotel al que bautizó América, aunque siempre se lo conoció como el «Hotel de Puchulu». Para 1886 llegó el ferrocarril y la estación se construyó lejos del hotel, por lo que para evitar perder clientela lo remodeló y agregó más habitaciones, un buen salón que servía para reuniones sociales, un elegante salón-comedor; y como complemento importantísimo habría de construir una cancha techada con frontón de piedra para jugar a la pelota paleta y al «share». 
Esa cancha de pelota es lo único que aún perdura del hotel y en la actualidad es propiedad del Club de Pelota. De esta manera, el eje de la actividad social del pueblo no se movió. Los bancos, la Municipalidad, las compañías de seguros y de socorros mutuos quedaron en una punta y en la otra quedó la estación. 
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