Pereyra y su equipo, ilusionados para lo que viene
Matías Pereyra, tras la victoria conseguida el pasado domingo en el Moto Club, expuso sus sensaciones en un mano a mano con este diario. Se mostró expectante para lo que viene
El reconocimiento que el público apostado en todo el perímetro de la pista le regaló en la vuelta de honor, fue consecuencia de la brillante actuación que desplegó Matías Pereyra para terminar siendo el merecido ganador de la tercera fecha del campeonato 2025 de Minicross.
Pocas sensaciones pueden ser tan profundas y reconfortantes como ganar en su propia ciudad; un privilegio que Matías vivió gracias a un manejo preciso sobre un auto que fue creciendo en su rendimiento, en una categoría con rivales de alto nivel que volvió a regalarle al público una gran carrera.
La merecida alegría de Pereyra tenía sustento para seguir a flor de piel más allá de los días transcurridos del gran éxito. “Estamos muy contentos”, nos dijo con una sonrisa. “Fue un fin de semana redondito donde fuimos de menos a más en cada salida a pista pese a que el sábado terminamos medios complicados”, reconoció el piloto; pero ese problema tuvo su eje en no haber podido dar una mejor vuelta en su segunda salida a pista durante la clasificación. “El auto siempre funcionó bien y eso nos mantuvo tranquilos; pero no tuvimos suerte en la última tanda cuando todos bajaron los tiempos porque antes de cerrar la primera vuelta se cruzó un auto delante mío, con lo cual perdí ese giro y el segundo porque lo abrí lento. Y ya para el tercer intento las gomas estaban gastadas; entonces quedamos atrás, aunque el domingo fuimos para adelante”, recordó.
El nivel en el cual se viene moviendo Pereyra en los últimos años de Minicross y que demuestra su nivel, es tan alto que para él haber quedado noveno fue estar muy ‘atrás’. Entonces largó tercero la serie pero “rápidamente fuimos avanzando, aunque es un riesgo largar unas filas atrás en una categoría tan pareja y competitiva, en un circuito de alta complejidad como el Moto Club. Por suerte largamos bien, superamos a Baracco y llegamos segundos; esto nos posicionó en la primera fila de la semi donde superamos en la movida a Bustos y nos quedamos con un buen triunfo parcial”, comentó antes que lo interrumpiéramos, porque en esa semi pareció que el auto dio un salto de calidad. “Aproveché la largada donde moví mejor y me la jugué en la primera curva; y ya estando al frente pudimos girar más tranquilos marcando el ritmo, máxime sabiendo que la primera semi (ganada por Berti), había tenido AS. Quise hacerla rápida, pero estaba tranquilo; y sí, es verdad que el auto fue muy rápido. Esta es una de las virtudes del Fiat, que con el paso de las vueltas va mejorando su ritmo, quizás a diferencias de otros que se van cayendo un poquito”.
Otro reflejo de su gran andar fue que el puntero del campeonato, Cabrera, lo atacó muy fuerte en todos lados y nunca puso en peligro su victoria. “En todas las carreras vamos mejorando con el paso de las vueltas y eso me permitió contener a un Cabrera que lo intentó siempre; pero él venía agarrando todos los pianitos, no venía cómodo. Todo lo contrario me sucedía a mí, aunque sabía que en el único lado que me podía atacar era en la curva ‘1’, donde por ahí al Renault le resulta un poquito más cómodo transitarla, pero después creía tenerlo controlado”, confesó.
Pereyra transitaba muy rápido el mixto, llegaba sólido al tobogán y encaraba la última curva firma para acelerar lo antes posible y así ser rápido en la recta. “Sí, fue así, la parte de abajo traté de hacerla tranquilo para poder aplicar toda la potencia y llegar rápido a la curva de arriba, como también llegaban Berti, Cabrera y Bustos”, analizó.
Después de los problemas sufridos en San Cayetano el auto llegó igual al Taraborelli. “Se hizo un repaso general, le llevamos el motor a Guillermo Yané que hizo un repaso completo, lo mismo que mi padre en el chasis, al igual que mi abuelo en la caja. Por eso, más allá del toque en la fecha anterior, donde terminamos enteros, sólo fue un repaso general”.
Tranquilo e ilusionado
Este triunfo lo posicionó segundo en el campeonato, otra gran alegría. “Es muy bueno estar tan cerquita, ser competitivo en cada fecha. Pero lo más importante de todo es que conseguimos la victoria necesaria para aspirar a grandes cosas; ahora tenemos que pensar en sumar la mayor cantidad de puntos en cada carrera porque esta actuación nos ilusiona para todo lo que viene”, destacó.
Tras desmenuzar la parte deportiva, la cuestión emocional siempre dijo presente en la charla, porque ganar en su ciudad, Tres Arroyos, es especial. “Ganar acá, con toda la gente de mi lugar, es especial. Me sorprendió el saludo del público en toda la vuelta de honor, gente que ni conocía me saludaba por la victoria, fue hermoso” confesó sobre la celebración que en boxes tuvo un sentir familiar, profundo, muy especial…
Antes del cierre, Matías Pereyra volvió a vestirse de ese piloto que con suma amabilidad y gratitud recordó el gran trabajo de “Guillermo Yané en el motor, el de papá en el chasis, y el abuelo en la caja; a todas las publicidades que tanto nos apoyan y a esa gente que en gran número se acercan a darnos una mano para colaborar en todo, lo cual nos permite mirar con cierta tranquilidad lo que resta del campeonato”, porque el grupo está compacto para ilusionarse en dar el gran salto al título en la categoría más pareja y atractiva del automovilismo zonal.