¿Qué significa ser consistentes?
Por Martina Lasaga (*)
El concepto de consistencia viene asociado al de coherencia. Ser una persona consistente significa estar alineada en cuerpo, mente y emociones hacia un determinado camino. Esto no es tan fácil de descubrir, aunque a medida que avanzamos en nuestro desarrollo personal y profesional lo vamos desentrañando hasta llegar a un punto de inflexión en el cual algo se transforma en nosotros y a partir de allí ya no hay vuelta atrás…
Ser consistentes implica confiar en nosotros mismos y brindarnos desde nuestra esencia, sin máscaras ni artimañas, siendo transparentes en nuestra manera de actuar y sentir.
Cuando llegamos a este estado la paz interna es una sensación que nos invade, dado que somos fieles a nosotros mismos. Ya no nos preocupa el afuera ni el qué dirán, porque el amor propio y la autovaloración es lo que verdaderamente nos importa. Podemos no estar de acuerdo aunque esto no significa juzgar sino más bien respetar los diversos caminos y elecciones, sin interrumpir las experiencias o procesos de los demás.
Y la consistencia, no sólo implica ver nuestros propios intereses, sino todo lo contrario, es un camino con propósito, a beneficio y bienestar de las personas, dado que es brindarnos para aportar o generar un valor en los demás.
Traspolado a lo profesional, el ser consistentes implica potenciar equipos u organizaciones, porque le damos un sentido a nuestra labor, mucho más allá de lo meramente remunerativo. Ampliar la mirada, cultivar una mentalidad de crecimiento y complementarnos con nuestros pares según talentos o habilidades, a nivel empresarial, aporta resultados exponenciales, que luego, se traducen en mejoras de productividad y rentabilidad.
La consistencia, es la dedicación inquebrantable y coherente con nuestras acciones, lo que significa un compromiso total con lo que hacemos y una congruencia permanente, dado que nuestras acciones están en concordancia con nuestras convicciones, no hay dobleces, ni segundas intenciones, cuando los valores no son negociables.
(*) La autora es licenciada en Economía (egresada de la UNS). Con especialización en Economía del Comportamiento (UCEMA) y Neurocoaching. Experta en Bienestar y Felicidad Organizacional (Universidad de Nebrija, España).