Un vecino de nuestra ciudad mató a su familia y se suicidó
Fernando Dellarciprete tenía 40 años y era padre de dos nenes de 4 y 10 años. Ayer por la mañana, los retiró antes de sus distintos centros educativos y no volvieron a ser vistos con vida. Sus cuerpos fueron hallados en una zanja, donde los habría ahogado. Luego, él se quitó la vida arrojándose al paso de un camión en la ruta 228. La masacre había comenzado con el homicidio de su esposa Rocío
La Fiscalía de Género de Tres Arroyos comenzará a recepcionar distintos testimonios en la mañana de hoy, como parte de la investigación de las razones por las que un hombre se quitó la vida luego de asesinar a su familia en el marco de un hecho que estremece a todo el país.
La tragedia se conoció después que Fernando Dellarciprete, de 40 años, tomó la dramática decisión de arrojarse debajo de un camión que circulaba desde Necochea hacia nuestra ciudad en el kilómetro 75 de la ruta Nacional Nª228. Cuando el chofer del vehículo convocó a las autoridades, el personal del Destacamento Vial de Quequén encontró el vehículo del fallecido, una Renault Duster, color blanco, estrellada contra unas plantas. En esa banquina y, a pocos metros de ahí, en una zanja próxima, los cuerpos de sus dos hijos, Tiziano (10) y Francesco (4).
Cuando la policía revisó la documentación de la Duster, se encontró que estaba a nombre de la esposa del hombre fallecido, una mujer identificada como Rocío Villarreal, de 34 años, quien residía junto a su familia en la calle Larrea 137. Al llegar a ese lugar para comunicarle la novedad, la encontraron muerta con un corte de arma blanca en el cuello.
Por estas horas, la Justicia aguarda la autopsia de los cuerpos para determinar fehacientemente cómo murieron todas las víctimas de esta historia, aunque fuentes de seguridad de Necochea, dejaron trascender de manera extraoficial, que los niños habrían sido ahogados en la zanja donde fueron encontrados.
Pidiendo armas
En el expediente que quedará radicado en la UFI Nª6 de Tres Arroyos, a cargo de la doctora Natalia Ramos, todavía quedan citas dramáticas por evacuar.
Entre ellas, una versión que señala la aparición de Dellarciprete en un campo cercano a la zona donde fue halladas la Renault Duster, donde luego de pedirle un vaso de agua a los moradores, solicitó que le presten un arma de fuego para quitarse la vida. Ante la lógica negativa de los sorprendidos habitantes del establecimiento rural, el hombre se habría retirado sobre sus pasos hasta un costado de la banquina del kilómetro 75 de la ruta nacional N°228, donde aguardó el paso del camión para tirarse bajo sus ruedas cuando pase junto a él.
La acción provocó una maniobra brusca por parte del chofer, que viajaba desde Necochea hacia Tres Arroyos, quien además quedó en profundo estado de shock.
Por jurisdicción, la policía de San Cayetano realizó las primeras actuaciones y, lo que comenzó a investigarse como un “homicidio culposo”, terminó derivando en una de las mayores tragedias de la crónica policial de Tres Arroyos y la región.
Primera reconstrucción
Si bien hasta el momento restan determinar varios detalles mediante el resultado de pericias y autopsias, LA VOZ DEL PUEBLO pudo elaborar una primera reconstrucción de la tragedia.
Vecinos de la familia, comentaron que, como todas las mañanas, Rocío llevó a Tiziano hasta la casa de unos vecinos con los que se repartían el traslado de sus hijos hasta la Escuela Agropecuaria. Luego, se encargarían de llevar al pequeño Francesco al Jardín N°903.
Pero ayer, algo cambió. A las 10.40, Dellarciprete, quien después de haber trabajado muchos años en Maltería Quilmes, se desempeñaba en una empresa de reparto de mercadería, se encargó de retirar a sus hijos de ambos establecimientos educativos.
Fuentes judiciales indican que los habría llevado un momento a lo de sus padres, aunque esa parte de la historia terminará de rearmarse hoy durante la ronda de testimonios que la fiscal Natalia Ramos planea desarrollar en sus oficinas de Moreno y Lavalle. Se presume que también pudo haber tomado directamente la ruta Nacional N°228 para darle el cierre fatal que habría comenzado a escribir tras darle muerte a Rocío con un corte en el cuello.
Luego, el inexplicable acto en el campo, los otros dos homicidios y su propio suicidio.
En ese sentido, el periodista de Ecos Diarios, Mario Maruca, recordó un breve diálogo que tuvo con el chofer del camión a cuyo paso se arrojó Dellarciprete, “yo no maté a nadie, él se tiró, él se tiró”, recordó que le decía el conductor luego de comunicarse telefónicamente con el diario necochense, defendiéndose del contenido de una publicación previa de último momento que planteaba dudas sobre su participación en lo que parecía una tragedia vial.
“Estaba muy nervioso, en estado de shock. Yo justo había venido de cubrir otro accidente y no me daba cuenta de lo que me hablaba. Le costaba decirme quién era. Intenté hacerle entender, pero se lo notaba muy shockeado”, recordó.