Está ubicada en Belgrano al 3000 y pertenece a Lorena Irigoin y su marido, Pablo Prinzen. Una inquietud de las docentes del jardín de su hijo, les dio la idea de formar una granja educativa
El último miércoles se cumplieron seis años de la primera visita guiada que realizó la familia de La Casita del Hornero a un grupo de alumnos de un jardín de infantes que pidió conocer el lugar.
Ese fue el puntapié inicial de la renovación de actividades que recibió la granja que Lorena Irigoin junto a su marido, Pablo Andrés Prinzen, aplicaron a la granja de producción que atendían desde el 2004, cuando arrancaron con tambo y cría de pollos y gallinas.
En el año 2012, cuando su hijo comenzó el jardín, las docentes se comunicaron con el matrimonioo para solicitar la posibilidad de venir con toda la salita de visita y conocer una granja, “ahí nace la idea de la granja educativa. Inicialmente todo era muy improvisado, pero año tras año, diversos jardines empezaron a pedir vivir la misma experiencia. Como esta interacción nos gustó comenzamos a formarnos en el tema, realizando diversos cursos, diplomaturas, etc.”, recordó Lorena Irigoin en diálogo con LA VOZ DEL PUEBLO. Fue así como en el año 2018 presentaron en el programa Agroemprende, la idea de la “granja educativa”. Un proyecto pedagógico y de turismo rural que llegó a despertar el interés del Ministerio de Agricultura, “ahí ganamos una suma de dinero que lo invertimos sobretodo en la mejora de las estructuras de corrales. Ese mismo año nos llega la invitación a participar de un grupo de turismo rural del Programa Cambio Rural de parte de la Asesora Natalia Cubiatebehere, un grupo hoy aún está vigente y se llama Dejando Huellas”, mencionó.
A partir de ese momento, la granja educativa se transformó en su actividad principal. En la actualidad, están abiertos durante los días de semana para recibir a diferentes grupos escolares, desde maternal y jardín, hasta secundario y nivel superior.
“Tratamos de que los chicos conozcan las actividades propias de una granja, la importancia del cuidado del medio ambiente, el respeto por los animales y toda la diversidad. También que cada uno desde su lugar puede generar parte de sus alimentos, por ejemplo teniendo una pequeña huerta”, explicó al referirse a los objetivos pedagógicos del proyecto.
Para los interesados, cabe agregar que los fines de semana está abierto para visitas no guiadas, donde la gente se acerca a pasar la tarde, interactuar con los animales, conocer cómo se vive en un entorno rural “y descansar del bullicio de la ciudad”, subrayó Lorena.
También existen visitas guiadas abiertas al público, las cuales son informados con anticipación en las nuestras redes sociales Facebook e Instagram de la granja, donde se los puede encontrar como Granja Casita del hornero o por teléfono al 2983 44 7498.
La granja está ubicada en la avenida Belgrano al 3000 y cuenta con una extensión de 5 hectáreas.
Los animales que viven en la granja en su mayoría provienen de adopciones: hay gallinas, patos, gansos, una vaca con su ternero, una cerda, ovejas, cabras, caballos, burros pony, llamas, conejos, gatos y perros.
“Muchas veces nos gustaría poder adoptar todos los animales que nos ofrecen pero, lamentablemente, el costo de alimentación y sanidad es muy alto y la granja no recibe ningún tipo de subsidio, sino que todo se mantiene con la entrada que pagan las personas que nos visitan, con algunos productos que se producen y se venden y con algunas donaciones que de vez en cuando se reciben”, concluyó.
Reconocimientos
A lo largo de su joven trayectoria, “La Casita del Hornero” ha recibido distintos reconocimientos, la mayoría por ser un emprendimiento sustentable. Entre los más importantes figuran: Agroemprende 2018, Mujer Empresaria 2019, además de distintas participaciones en encuentros donde presentaron el emprendimiento tresarroyense. Por ejemplo: la Jornada Mujeres Rurales Emprendedoras, que organizó la Secretaria de Desarrollo Económico en 2018.