Una historia de tiburones y corvinas
Con esas dos especies se resume el mayor interés que hay en Claromecó respecto a la pesca. Con el reciente pique de un tiburón bacota, y la gran cantidad de corvinas que aparecieron desde octubre, Carlos Avila dialogó con La Voz del Pueblo y explicó cuáles son las expectativas en este verano
Enero en Claromecó comenzó de manera peculiar, cuando en este medio se pudo observar como el tandilense Gabriel Muñoz “cazador y fanático de la pesca de tiburones”, sacó en el Pozo de Alonso un enorme tiburón bacota de 2.49 metros de largo y de un peso aproximado de entre 85 y 90 kilos. Un increíble ejemplar, que posteriormente fue devuelto al agua.
Ante semejante pique, surgen unas cuantas dudas de acuerdo a este tipo de tiburones que se pueden encontrar en la costa claromequense, sobre lo que respondió el experimentado Carlos Ávila, desde La Casa de la Carnada.
Ver un tiburón en Claromecó asombra, y desde el desconocimiento puede incluso hasta asustar, por la inmensidad de estos animales y también por la fama que tiene el concepto de tiburón como un “comehombres”.
Cabe aclarar que especialistas han marcado que los tiburones que nadan por el mar argentino no son de especies agresivas. En este caso, un bacota es un tiburón que como máximo llega a pesar unos 150 kilos y está en peligro de extinción. Se alimentan principalmente de peces, rayas y crustáceos, y se los avista de vez en cuando por la zona de Claromecó debido a sus patrones migratorios.
Carlos Avila explicó que estos tiburones pasan por este sector una vez avanzados en el mes de agosto, y que fue raro ver que en esta época del año estén migrando por este sector: “Hay algunas variables que, por ciclos o por la naturaleza misma, suelen pasar. Antes, las grandes lanchas pesqueras de madera, que ahora ya no hay más, pescaban desde fines de agosto hasta mediados de octubre y paraban la pesca, porque empezaban a aparecer hembras preñadas y para tratar de conservar dejaban de pescar. Ese ciclo migratorio se sigue cumpliendo, y es normal que aquellos que pescamos de forma deportiva, a partir de octubre, todo el mes de noviembre, vos logrés capturar cazones de costa”.
Añadió Ávila que en un tiempo pasado en Claromecó se contaba con dispositivos especiales para buscar los tiburones de las mencionadas características: “Había bacotas de todo tamaño, cuando estaba permitido, los artesanales tenían una malla especial para bacotas y lo tiraban cerca de la costa”.
Entonces, es común que de vez en cuando se busque pescar algún tiburón, no solo bacota, sino también en otras variedades, pero que no hay porque alarmarse, no generan ningún tipo de peligro a la hora bañarse en el mar: “No es la única variedad de tiburón, hay distintas variedades que habitan y son un atractivo más. No porque estén en nuestras costas hay peligro de bañarse, lejísimos de eso. Es normal que todas estas especies en uno o dos meses ya no estén más y vayan para otro lado”.
¿Se pueden pescar o aparecer desde la orilla? Ávila detalló que la distancia es un punto fundamental para hallar este tipo de tiburones: “La distancia tiene mucho que ver, mucho que ver. Si nos remontamos a 30 años atrás, un bacota puede oscilar entre los 14 o 15 kilogramos hasta más de 100 . Hay gente que se dedica a hacer esta clase de pesca, lleva un montón de equipos. Antes se utilizaban motos de agua, kayak, o cualquier elemento para meter las líneas a una distancia bastante importante de la costa. Ahora, con la tecnología, aparecieron los drones, que soportan el peso de una línea, de la carnada y demás, y han hecho mucho más fácil esto”.
Temporada de pesca
Dejando de lado el furor que hubo por el tiburón bacota, terminó un mes que fue atípico, un diciembre que contó con más precipitaciones de las esperadas, una temperatura más baja y el mar muy revuelto. Aun así, desde el mes de octubre se empezaron a notar señales muy positivas para la pesca: “se lo podemos adjudicar a los cambios climáticos, pero hubo corvinas desde muy temprano. Normalmente, nosotros corvinas en cantidad tenemos sobre fines de diciembre, pero el 15 de octubre ya empezaron a aparecer corvinas, y en grandes cantidades, no era cuestión ni siquiera de distancia, estaban a tiro de cualquier pescador”.
En diciembre este buen pique, por los motivos antes mencionados, se redujo, pero a partir de hoy la situación cambia. Enero toma rumbo veraniego y las temperaturas aumentan: “Tuvimos un mes de diciembre atípico, con bastante mal clima, con el mar bastante roto siempre. Y así fue también en esta primera semana de enero. Por los pronósticos, a partir del lunes habría un cambio, volvería el calor, y se normalizaría el mar. Estoy seguro que va a volver la pesca”.
Carlos explicó que rara vez había visto un mes que tenga un clima atípico de manera tan consistente: “Yo hace mucho tiempo que no veo un diciembre tan malo y parejo. Normalmente tenés una mezcla de días más días lindos que feos, o al revés. Esto fue bastante parejo, de mal clima y de bajas temperaturas. Por posición geográfica que tenemos, los vientos predominantes del oeste, del sur y del este, son fríos para nosotros y a su vez rompen bastante el mar”.
En cambio, con el buen clima vienen también días de viento proveniente del norte, una buena noticia para los pescadores dado que son vientos que “lo acomodan y lo dejan calmo. Los vientos que son de tierra, norte, noreste, noroeste, aplacan el mar. Entonces todos los pescadores lo que están esperando es que venga de nuevo el buen clima. Que sea normal para la época, para que se calme un poco el mar y vuelva a aparecer el pique. Y el pique al toque va a aparecer”.
Las 24
Escuchar que hay buen pique de corvinas desde muy temprano despierta automáticamente la curiosidad en saber qué pasará de cara a Las 24 Horas de la Corvina Negra. Avila subrayó que es un gran indicio para el concurso la aparición temprana de corvinas: “nada es matemático, pero es una muy buena señal. Lo que hay que empezar a mirar avanzado enero es cómo va principalmente con otras variedades. Ya todos los pescadores comienzan a prestar atención por donde se va dando el pique para preparar su propia estrategia de concurso. Entonces van a ir al sector que más o menos van marcando las capturas y las estadísticas”.
Y el augurio este verano para los pescadores es positivo, por la tendencia con la que finalizó el 2024, se espera un buen 2025: “La pesca nos hace iniciar el año con un término del anterior muy positivo, así que ojalá que siga así, que el verano nos acompañe climáticamente y que la pesca también”, concluyó.