“Estamos trabajando cada uno en lo nuestro, en todo lo que podemos dar, sea quien sea y la función que le toque tener, además de sumar a los chicos; seguimos nuestro plan”, destacó Muñoz con su habitual tranquilidad. 

Algo de eso ha llevado a que el DT tenga más opciones en el banco, que Quilmes se haya transformado en un plantel más largo, y que las rotaciones y descansos necesarios sean posibles. “Los chicos le vienen metiendo duro, hay mucho sacrificio desde principio de año para llegar a esto. Estamos buscando ese click diferente para poder dar lo mejor de cada uno; vamos por una buena línea, y siempre tirando todos juntos”, valoró el alero. 

Ese progreso, sumado a los resultados, permite ver en cancha a un equipo más convencido. “Ese es el plan, estar seducido con la idea, saber que puede haber un compañero libre para terminar la jugada, creer en el que está al lado y saber también que desde el banco puede venir algo bueno. Nos sentimos en una buena forma para dar lo mejor”, confesó. 

Ante Huracán primero, y Sarmiento después, el Cervecero ofreció un poquito más; como también el equipo se mostró equilibrado mental y emocionalmente. “Eso es entender que podemos tener baches, y creer que si no entró la primera ni la segunda, en la tercera puede entrar. Estoy muy contento con todos los chicos porque desde el primero al último estamos muy enfocados y metidos en el equipo”, destacó Muñoz. 

Ante Sarmiento, y en un muy buen partido de ambos, el gol le fluyó bien a Quilmes. “Casi todos los que jugamos pudimos anotar y eso denota el plan que perseguimos y en la confianza al compañero. La defensa también nos aportó un buen rédito; siempre tratamos de ser fuertes en eso, aunque hoy quizás en el primer cuarto no fuimos tan eficaces, pero ahí estuvo el bache del que hablábamos antes y que logramos superar”, resaltó.

Dos triunfos son “pasitos que tenemos que ir dando, ojalá no nos bajen; ahora nos toca Club de Pelota que viene bien y buscaremos seguir tranquilos, enfocados y en esta línea”, confesó el goleador que estando bien desde lo físico puede confiar y buscar más. “Trato de trabajarlo; tengo una carga horaria (laboral) bastante grande, ahora que soy papá también noto el cansancio (risas), pero todo es con gusto, y cuando hay alegría y uno se siente bien no importa nada; eso nos pasa a todos los chicos del equipo. Y si estoy teniendo buenos partidos, es gracias a mis compañeros; la libertad me la dan ellos y el técnico, y eso ayuda mucho” confesó Muñoz, uno de los jugadores determinantes del básquet local.