Nació el 24 de agosto de 1958 en Tres Arroyos. Ingresó al municipio en 1988, estuvo a prueba y al año siguiente quedó en la planta permanente, tras pasar con éxito su prueba. “Salió bastante rápido eso gracias a Dios. Yo entré por sorteo al municipio, justo fue en la época que estaba Raúl Correa. Necesitaban gente para trabajar, me había quedado sin trabajo en la curtiembre. Tomé un trabajo en un banco que al tiempo presentó la quiebra. Ahí fue cuando muchos me incentivaron para que me anotara en la Municipalidad, ya que necesitaban gente”, recordó con una gran sonrisa de por medio a La Voz del Pueblo. 

Y así fue nomás que se anotó y el resto es historia, su cara de alegría en esta nota lo dice todo. “Salí sorteada con el número 135. Imposible olvidarme, estaba feliz. Me hice todos los estudios correspondientes y arranqué, sin dudarlo un minuto. Primero entré a trabajar en el despacho del doctor Correa, para hacer tareas generales y de limpieza. Después me mudé al primer piso y de ahí en más me quedé acá, firme en el sector de mayordomía. Hace 33 años que transito los pasillos y oficinas del Concejo Deliberante. Pasó muy rápido el tiempo, todos estos años fueron muy lindos para mí. Me llevo bien con todo el mundo, todos me conocen como ´Coca´, es la realidad. No me puedo quejar, soy feliz con la vida que llevo, siempre trato de hacer lo mejor posible desde el lugar que me toca”, agregó.

Sobre su labor diaria, hizo referencia a que “entro temprano y abro todos los bloques. Controlo los baños, me fijo lo que falta y si hay que limpiar. Mantenemos el Salón Blanco, estoy presente para atender al público y a quienes trabajan todos los días. Ese, es mi rol. La gente siempre te agradece el esfuerzo que uno hace, con los chicos del Conservatorio trabajamos mucho a la par. Todos preguntan por ´Coca´ cuando vienen, es una señal de que he hecho bien las cosas durante todo este tiempo. Me gusta mi actividad, amo lo que hago”. 

Para jubilarse, le quedarán en principio alrededor de dos años. Aunque eso depende de cómo se vayan dando las cosas. “La jubilación es todo un tema, pero entiendo y confío en que será buena. Trabajo con mi marido, Omar Basadre. Gran persona y compañero. Hace ocho años que él está también en mayordomía, nos llevamos bárbaro. Somos una gran dupla (risas). Todos nos quieren, compartimos el trabajo y el tiempo juntos. Es linda mi vida, tengo una hermosa familia con dos hijos (Alejandra y Gustavo), nietos y bisnietos. Todos viven en Tres Arroyos”, sostuvo con emoción y la voz entrecortada.