La víctima del hecho fue Angel “Farol” Novillo, quien el martes por la mañana fue al cajero del Banco Nación y, alrededor de las 11, salió como lo hace siempre, con una bolsita de frizelina para llevar la plata de su jubilación como empleado rural. En esta oportunidad, había un poco más porque también había cobrado el aguinaldo.

Según explicó su esposa, María de los Angeles Fígaro, a LA VOZ DEL PUEBLO, la maniobra duró pocos segundos, “(Angel) sale del banco, mete la plata en la bolsa, y viene un hombre que le pregunta: ‘¿no encontraste 30.000 dólares en una bolsita?’ y se va. Después viene otro, lo choca y le dice ‘yo tengo los 30.000 dólares que buscaban ellos, mirá que te los muestro’ y cuando mi marido gira para ver, aparece el otro de nuevo y le saca la plata de la bolsa”.

Así, en pocos minutos, “Farol”, como lo conocen todos en el ambiente donde trabajó, fue despojado del dinero con el que pensaba llegar a pasar las Fiestas de fin de año, “él es una persona muy confiada, muy buena, que nunca le ha pasado nada. Para mí que lo marcaron, no puede ser que sepan que llevaba el dinero ahí”, dijo la mujer, quien además comentó que ya ha escuchado la existencia de otros casos parecidos en nuestra ciudad.

Ahora, con medio diciembre por delante, María se las ingenia para tratar de conseguir dinero, “organizamos la venta de una rifa por una parrillada completa, pero ahora son esos momentos en los que te das cuenta quién está y quién no, cuando lo necesitas”, se lamentó, antes de recordar el destino que planeaban darle a la plata sustraída, “la realidad es que nosotros esperábamos el aguinaldo para hacerle algo al auto, para comprar un ventilador que no tenemos, para comprar algo a la nena para pasar las fiestas, pero te quedaste sin nada”, señaló con tristeza en el cierre.

Las personas que estén en condiciones y deseen colaborar con la familia Novillo para paliar las necesidades que surgieron de manera imprevista tras este robo, pueden comunicarse vía telefónica al 15-535113 o acercarse personalmente a la calle Matheu 173, donde el matrimonio recibirá agradecido la colaboración desinteresada de cualquier vecino.