Otra vez la sede de Lawn Tenis Club fue blanco de un acto vandálico y robo en horas de la madrugada de ayer.

En esta oportunidad, la entidad deportiva ubicada en Cagallo 350, sufrió el robo de herramientas, vajilla y otros elementos que aún no habían sido precisados por los concesionarios que, volvieron a sufrir un nuevo episodio delictivo en los casi veinte año que se encuentran al frente de los servicios del club.

Según comentó Marcela, esposa de Gustavo Ferrario, el concesionario de la entidad, los delincuentes ingresaron por el sector que da sobre la calle Rocha (cabe recordar que la superficie del club ocupa toda la manzana y, desde ahí, accedieron a la cantina del tenis, donde provocaron todos los destrozos. Entre ellos, cabe destacar, la destrucción de vasos y platos utilizados comúnmente en servicios de catering, como así también el derramamiento del contenido de latas de pintura y el desmonte de un horno que quedó tirado en el suelo. Al mismo tiempo, pudo saberse que fue en ese sector donde se registraron los faltantes y principales daños, ya que no avanzaron sobre el espacio donde guardaban mercaderías varias que suelen guardar para vender a los clientes de las canchas de fútbol de salón.

En ese sentido, Marcela explicó que, al tomar esa decisión, dejaron en claro que los delincuentes sabían por dónde moverse, “justo llegaron a la parte que está cubierta por las cámaras de seguridad. Es muy probable que haya sido gente que conoce muy bien los movimientos”, indicó.

De acuerdo al análisis de la damnificada, suele haber presencias extrañas a toda hora en las inmediaciones al club, que no se sabe lo que están haciendo, “pasan extraños en bicicleta o caminando que miran para adentro”, comentó.

En las casi dos décadas que el matrimonio lleva atendiendo los servicios de la entidad, fueron varias las veces en las que la inseguridad los tuvo como ejemplo.

“Ya son innumerables las veces que nos robaron o entraron a robar, no te sabría decir la cantidad”, dijo ante una pregunta al respecto.

Por otra parte, y a pesar de haber sufrido un episodio de inseguridad, la mujer subrayó el compromiso de la policía cada vez que se los requirió, “ellos siempre vienen cuando se los llama y están atentos a todo. Lamentablemente, este lugar es muy grande y difícil de controlar”, añadió en el cierre.