25|01|19 09:53 hs.
Así lo describió María del Carmen Rodríguez, directora del
establecimiento que cuenta con una matrícula de cien
alumnos. La entidad, desde este mes, ya no recibe el
subsidio por el canon de la Arenera, lo cual genera una seria
complicación financiera en la institución.
F
uerte pedido a las
autoridades para que “se ocupen del tema”
“Es un momento tétrico, angustiante y escalofriante”. Así de
contundente fue el diagnóstico que María del Carmen
Rodríguez dio acerca de la realidad que por estos días
atraviesa el Jardín de Infantes Maris Stella de Claromecó, el
único establecimiento que en la localidad brinda el Nivel
Inicial.
Rodríguez lleva once años como directora de la entidad.

María del Carmen Rodríguez, directora del establecimiento que cuenta con una matrícula de cien alumnos.
Por
momentos, sus ojos se ven vidriosos y las lágrimas de
angustia se hacen presentes cuando se refiere a la dura
situación económica que invade a la institución, y que se
agrava con el paso de los días.
Si bien el escenario era complejo en el último tiempo, todo
agudizó cuando la entidad dejó de recibir el subsidio de La
Arenera.
Esos 14 mil pesos mensuales ya no están. Y se
necesitan como agua en el desierto.
En ese contexto, se vuelve más urgente la necesidad de que
el Maris Stella pertenezca a la órbita estatal. El proceso está
en marcha desde hace más de un año, pero la burocracia
para que se concrete el traspaso está, aparentemente, lejos
de entender esa cuestión.
Si bien el escenario era complejo en el último tiempo, todo agudizó cuando la entidad dejó de recibir el subsidio de La Arenera.
Hoy, el jardín depende de la Diegep, organismo que sólo se
hace ocupa de abonar los sueldos de los docentes y
directivos de la entidad (sin cargas sociales). El resto, ni más
ni menos que el costo de servicios como luz, agua, gas,
teléfono y mantenimiento en general, es responsabilidad de la
comunidad educativa de la institución, que también debe
afrontar el cuantioso monto de las cargas sociales de sus
docentes.
“Desde hace muchos años la venimos remando pero hoy no
vemos la salida. Hoy, al no tener el subsidio de la Arenera,
nos damos cuenta que sin esa plata no vamos poder
solventar los gastos fijos que tenemos en la institución”.
Frente al escenario dado, Rodríguez no dudó en afirmar que
“es el peor momento” que el jardín vive desde que ella está al
frente de todo.
“Es un momento tétrico, angustiante y escalofriante”, resumió la directora de la institución, una vez más con sus ojos llorosos.
“Es un momento tétrico, angustiante y
escalofriante”, resumió la directora de la institución, una vez
más con sus ojos llorosos.

La entidad, en concepto del subsidio recibido por el trabajo de la Arenera, percibía 14 mil pesos mensuales.
Subsidio
La entidad, en concepto del subsidio recibido por el trabajo de
la Arenera, percibía 14 mil pesos mensuales. Se trata de una
contribución que este mes, por primera vez, ya no llegó a las
manos de la entidad. “Si bien la Arenera no estaba trabajando
desde hace unos meses, el concesionario siguió abonando
ese subsidio. Pero para este mes nos dijo que no podía
seguir haciendo el pago porque se le hacía imposible”,
puntualizó.
“A eso lo utilizábamos para pagar las cargas sociales, que
son de 20 mil pesos por mes. Con esa contribución y con
algún evento que realizábamos, llegábamos a cubrirlas”,
señaló Rodríguez, quien agregó: “Ahora empezamos a hacer
las cuentas y sentimos que no vamos a subsistir”.
Además de las cargas sociales, la comunidad educativa
afronta todo lo demás, que no es poco. “Todos los meses
necesitamos entre 40 y 43 mil pesos”, expresó la directora.
El jardín cuenta con una matrícula de 100 alumnos. Cada uno de ellos debe abonar mensualmente una cuota mínima, que en 2018 fue de 230 pesos.
El jardín cuenta con una matrícula de 100 alumnos. Cada uno
de ellos debe abonar mensualmente una cuota mínima, que
en 2018 fue de 230 pesos. “No todos los padres pagan la
cuota. Algunos no pueden y otros no quieren. Alrededor del
70 por ciento la paga. Y si todos la pagasen, seguimos
estando lejos de mantener al jardín con esos números”,
graficó.
Rodríguez, junto a toda la comunidad educativa del Stella
Maris, sabe que en forma permanente debe mirar hacia los
costados para conseguir ayuda.

“Alguien se tiene que ocupar” Rodríguez fue clara en su mensaje a las autoridades,
“Todo eso en cualquier
momento se termina. Siempre estamos viendo qué evento
hay para poder juntar un peso. Son manotazos de ahogado.
Es la realidad”, describió con crudeza la directora del jardín.
En su relato, puso de relieve que la entidad educativa que
dirige “es diferente” a otros que brindan el Nivel Inicial. “Si nos
mudamos de sala, la docente se lleva los muebles porque
son de su propiedad, al igual que los juegos. Además, si se
quiere pintar una sala, es quien debe conseguir la pintura y
pintarla. Todo es así”, indicó.
“¿Qué hacemos?”
Ante la delicada situación, surge la pregunta que por ahora no
tiene respuesta. “Al personal que trabaja conmigo le
pregunté: ¿Qué hacemos? ¿Tenemos que abrir y
endeudarnos? Siempre nos dijeron que lo primero que hay
que pagar son las cargas sociales, pero hoy no tenemos plata
para eso”, remarcó.
Sin embargo, sabe que conseguirán esos 20 mil pesos para
afrontar dicha obligación. “Ahora tenemos la carrera
organizada por el 24 de Abril -realizada anoche en
Claromecó- que nos va a servir mucho. También los
comerciantes y particulares nos dan una mano muy grande,
pero no es responsabilidad de ellos”, sostuvo.
“Alguien se tiene que ocupar” Rodríguez fue clara en su mensaje a las autoridades, el cual estuvo dirigido a los legisladores tresarroyenses.
“Alguien se tiene que ocupar”
Rodríguez fue clara en su mensaje a las autoridades, el cual
estuvo dirigido a los legisladores tresarroyenses. “Yo creo
que nuestro tema todavía no llegó a la persona indicada.
Considero que hay que dejar de preocuparse y ocuparse de
una vez por todas”, remarcó, ya con la voz entrecortada.
“Ultimamente no hemos tenido contacto con los diputados
locales. Pablo Garate se preocupó bastante durante 2018.
Nos consiguió el número de expediente para la estatización,
trámite que se empezó hace un año y medio. He hablado
también con Laura Aprile por el tema de la Arenera y me ha
ofrecido su ayuda”, aseguró.
No obstante, dejó en claro que esa predisposición no es
suficiente para darle una mano al Maris Stella.
“Más allá de
eso, creo que debería haber más compromiso y que se
ocupen de la situación. Tienen que pensar que es el único
jardín de Claromecó al que vienen cien chicos. No estamos
hablando de que corre riesgo que cierre un jardín con cinco
alumnos. Son ni más ni menos que cien”, concluyó.