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Recuerdo sobre ruedas

El Top Race llenó de emoción al Moto Club

22|04|20 17:01 hs.

A fines de la década del ‘90 Tres Arroyos volvió a vivir el automovilismo nacional de local. En la década del ‘60 fue la última Vuelta a Tres Arroyos de Turismo Carretera, y luego debieron pasar más de 30 años para volver a tener un espectáculo de primer nivel nacional. Fue con la llegada al Moto Club, renovado también, del Top Race y las principales figuras del momento. 


Entre 1951 y 1967 se realizaron las recordadas vueltas de TC, y aunque por aquellos años parecía que el automovilismo nacional ya era algo del pasado el Moto Club dio un salto de calidad, asfaltó su circuito (lo reinauguró el 4 de mayo de 1997) y logró que una categoría de primer nivel vuelva a pisar la ciudad. Fueron dos fechas, la primera en agosto de 1998 y la segunda en marzo de 1999. 

La iniciativa de recuperar un espacio en el plano del mejor automovilismo argentino la impulsó “Tres Arroyos Competición” y Antonio Maciel, quien encabezó una hermosa aventura que terminó con el arribo de la categoría espectáculo de aquel momento, el Top Race, que tenía como “teloneras” la Copa Dama (competían con Chevrolet Corsa) y la Copa Citröen. 


Edgardo Lavari ganó la primera final del Top Race en agosto de 1998 con un BMW 325, delante de Juan María Traverso (Mercedes Benz) y Fabián Hermoso (Nissan 300)


La iniciativa contó con un gran apoyo del sector público y privado, para así tener un show moderno entre el 15 y el 17 de agosto de 1998. Entre los pilotos que rodaron en el Segundo “Cholo” Taraborelli estuvieron Juan María Traverso, Guillermo Ortelli, Fabián Hermoso, Diego Aventín, Roberto Basualdo y Fernando Iglesias, entre otros tantos, pero el fanatismo autóctono lo generaba la presencia de Raúl Edgardo Lavari. 

Sin dudas el evento superó lo deportivo, que por cierto fue de primer nivel, ya que en lo social la gente acompañó de gran modo y el recuerdo aún vive en todos aquellos que estuvieron cerca del espectáculo y los protagonistas. 

El Moto Club también tuvo un cambio por la llegada del Top Race, ya que se lo vistió de gala, la capacidad para los espectadores se amplió con la colocación de tribunas tubulares, en campos aledaños se organizaron los estacionamientos y toda la zona de la Loma de Campano, a la altura del kilómetro 133,500 de la Ruta Nacional 228, tuvo un colorido y una presentación acorde al acontecimiento. Y no era para menos, lo mejor de Argentina “invadía” la ciudad, ya que además del excelente nivel de pilotos llegaban con anticipación el presidente de la ACTC, Oscar Aventín, junto a otras figuras de la CD; el titular de la categoría, José María Davín; figuras del deporte en general y la prensa nacional encabezadas por TyC Sports que televisaba en directo con el equipo Carburando que dirigía Eduardo González Rouco; el equipo radial “Vuelta Previa” que conducía Luis Calí aparecía como el más destacado de ese rubro; la prensa escrita también tuvo su importante presencia y los medios regionales le dieron una cobertura especial. 



La primera presentación del Top Race en Tres Arroyos fue en agosto en 1998 y el ganador fue Edgardo Lavari. Ortelli dominó las primeras 7 vueltas hasta que problemas mecánicos le dijeron basta a su Vectra; la punta la tomó Lavari quien aguantó una constante arremetida de Traverso desatando una euforia generalizada. Atrás llegaban Hermoso, Aventín, Gabriel Raies, Basualdo, Salaberry, Miraldi, Catalán Magni y Catania, en los 10 primeros puestos. 

En la segunda carrera de ese día histórico, largando con grilla invertida, se vio lo mejor. Spinella largó en punta y no la abandonó hasta la bandera a cuadros, pese a la amenaza de un Gabriel Raies que en las últimas vueltas lo puso en aprieto. Aventín y Traverso también se vinieron de atrás y redondearon un brillante espectáculo. 


En marzo de 1999 Juan María Traverso dio una clase de manejo y ganó las dos finales que se disputaron en el Moto Club


Menos de un año tardó en volver la categoría a Tres Arroyos, y fue en marzo de 1999. Al igual que en la primera carrera, los pilotos destacaban las bondades del trazado local y expresaban la exigencia conductiva a la que se exponían, aunque también lamentaban la falta de algunos “metritos” en su extensión. La pole fue para Diego Aventín, seguido por Traverso, Spinella, Catalán Magni, Alfaro, Martínez, Lavari, Hermoso, Salaverry, Deambrosi, Raies, Cura, Pedro Doumic, Carlos Boni, Emilio Satriano, Angel Monguzzi, Adrián Aranate, Gil Bicella y Hugo Fierros. 

En esta ocasión el clima no se asoció, ya que la lluvia dijo presente; otro punto gris fue la no participación de Lavari por problemas en el motor que aparecieron cuando salió a pista para engrillar en la primera final. Pero en pista el espectáculo fue de alto nivel. 

Traverso fue el mejor y ganó las dos carreras, la primera largando segundo y tras arrebatarle la posición a Aventín; ambos llegaron pegados al final, completando el podio El Gurí Martínez. Luego se ubicaron Alfaro, Spinella, Salaberry, Hermoso, Satriano, Boni y Deambrosi, entre los 10. 

En la segunda final todo fue distinto, porque la lluvia le puso un condimento especial; y allí Traverso, que largó desde mitad del pelotón, regalo una clase de manejo, elaborando una brillante victoria que, por momentos estuvo en manos del Gurí, quien debió abandonar por la rotura del diferencial. Segundo fue Hermoso y Satriano completó el podio. Luego clasificaron, Cura, Aventín, Boni, Deambrosi, Martínez, Aranarte y Spinella, entre los 10. 

Aquel histórico domingo de marzo la ciudad despidió al Top Race, y hasta esto días dura el recuerdo de un nivel excepción que no se volvió a ver por estos lados y es evocado con mucha pasión y emoción.