Los imputados son el abogado civilista Marcos Ernesto Giles y su hijo Manuel Giles, quienes son hermano y sobrino, respectivamente, del juez de Garantías de Dolores, Gastón Giles.
El sitio del Ministerio Público Fiscal confirmó que fue la propia defensa del abogado y su hijo quienes propusieron una probation y el fiscal Curi quien estableció que el ofrecimiento reparatorio debía redundar “en un verdadero beneficio social”.
Donaciones
La propuesta que fue aceptada por la fiscalía consiste en la donación de 50 litros de alcohol en gel, 100 unidades de máscaras protectoras y 100 unidades de tapabocas a la cooperadora de hospital local y 500 litros de leche a “Cáritas Parroquial” que se repartirán en siete merenderos. El costo las donaciones fue estimado en una suma superior a los 100.000 pesos.
En su dictamen, el fiscal Curi consideró que los imputados, “lejos de tomar en consideración aquellos esfuerzos mancomunados que se están realizando desde el Estado, ignoraron y violaron las medidas adoptadas por el solo hecho de llevar a cabo una actividad recreativa/deportiva como lo es jugar al tenis”.
Además, el fiscal entendió que “deben evaluarse los perjuicios económicos ocasionados al Estado Nacional, Provincial o Municipal como consecuencia de los despliegues sanitarios y de seguridad que deben llevar adelante frente a los casos de aquellas personas que, lejos de respetar la normativa impuesta encaminada a resguardar la salud de la comunidad, hacen caso omiso a ésta”.
El juez federal Ramos Padilla dictó la suspensión de juicio a prueba por un año respecto de los dos imputados y aceptó la donación de bienes ofrecida, para lo cual valoró el “apego” de aquellos por la ciudad y “sus deseos de realizar una colaboración constructiva para la comunidad con la que conviven”.
Reglas de conducta
También se informó que sumado a ello, y de acuerdo a lo reclamado por la fiscalía, Ramos Padilla les impuso a los imputados una serie de reglas de conducta: no mudar su domicilio ni ausentarse del mismo sin dar previo aviso; abstenerse de consumir estupefacientes o de abusar de bebidas alcohólicas y, mientras se prolongue la cuarentena, que permanezcan en su domicilio y sólo pueden efectuar desplazamientos mínimos para el abastecimiento de insumos necesarios o por cuestiones laborales indispensables.
El hecho ocurrió el 19 de abril cuando una vecina del Campo de Recreación Familiar Naytuel de Dolores denunció ante la policía que desde su casa escuchaba el peloteo y verificó que dos personas habían violado la cuarentena para jugar al tenis pese a que estaba cerrado al público. (DIB) AR