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La trágica muerte de una mujer conmociona Brasil. Camila Sales (22) salió de bañarse y decidió alisarse el pelo con un aparato que le habían regalado como premio por su productividad en la empresa de cosméticos en la que trabajaba. Todavía tenía el cuerpo mojado y estaba descalza.
Mientras se planchaba el pelo, el alisador se quemó y se le derritió en la cara. Su esposo la encontró tirada en el piso con el cepillo derretido en el rostro. Según el testimonio de la cuñada de la mujer, Camila intentaba hablar pero su lengua estaba enroscada y sus dedos estaban pegados al alisador.
«Lo enchufó y comenzó a alisarse el pelo.
El cepillo nunca explotó y no hubo flash ni nada. Pero recibió una enorme descarga eléctrica», comentó su cuñada. A los pocos minutos perdió el conocimiento y fue trasladada al hospital de Cascavel donde falleció el mismo miércoles. Sales tenía un hijo de 18 meses. (Los Andes)
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