| Secciones
| Clasificados
Tres Arroyos, JUEVES 02.05.2024
// 15.1 °C
DÓLAR HOY: $863 | $921
DÓLAR BLUE: $1018 | $1048

Expectativas discretas con respecto a la recuperación económica post pandemia

Todo indica que la Economía Argentina caerá más de 10 puntos en 2020, todo un récord histórico, acumulando su tercer año consecutivo de recesión. Como consecuencia de ello, los daños sobre diversos segmentos productivos son ya de una dimensión pocas veces vista en la historia del país. En ese contexto, es muy posible que hacia fin del presente año el 50% de la población se ubique por debajo de la línea de pobreza, y que la tasa de desocupación se acerque al 15%. 

El gobierno nacional anunció que está trabajando para instrumentar un paquete de medidas, para cuando quede atrás la pandemia, tendiente a generar un proceso de reactivación de cara a 2021, que permita comenzar a dar vuelta la inédita caída de los últimos tres años. Un camino virtuoso requiere reactivar el consumo, impulsar la inversión pública/privada y también alentar más exportaciones, que permitan generar las divisas necesarias para hacer frente a los compromisos de la deuda pública. 
En este punto hay que decir que, más allá de los discursos optimistas y las buenas intenciones, los desequilibrios macroeconómicos son de tal magnitud que lo más razonable sería tener expectativas más bien discretas con respecto a la recuperación post pandemia. Casi todos los analistas están considerando que, para que la economía argentina recupere el nivel de actividad de diciembre de 2019, pasaran entre dos y tres años, en el mejor de los casos. 
En el paquete de medidas que proyecta el Gobierno hay piezas claves, como el impulso de la obra pública, tasas de interés negativas en pesos y subsidiadas para impulsar la inversión privada, tasas también negativas para promover ciertas líneas de consumo, como el Ahora 12, una reforma impositiva que aliente la producción, la creación de un ingreso básico universal, que estabilice el consumo en los sectores más desprotegidos, etc. 

El Indice CRB, muestra el comportamiento promedio de los precios de 25 commodities a nivel internacional, donde se confirma que los mismos tocaron un piso entre abril y mayo, para comenzar una recuperación progresiva, en sintonía con lo que se especulaba

Sin embargo, tiene que quedar en claro que no habrá lugar para la magia, ya que los desequilibrios macroeconómicos son muy grandes y limitan el margen de maniobra con el cual el gobierno nacional pretende actuar. Está claro que, de cara al 2021, el déficit fiscal seguirá siendo muy importante, y deberá ser financiado con más emisión monetaria. La inflación será probablemente superior a la del presente año y, consecuentemente, la recuperación del poder adquisitivo de asalariados y jubilados se verá muy acotada. 

Mientras tanto, todo indica que seguirá firme, por parte del Gobierno, la intención de que las cuentas externas arrojen números positivos el próximo año, a los efectos de evitar lo que los funcionarios cercanos al presidente denominan el “estrangulamiento externo”. 
 Transitar este camino requiere sostener un tipo de cambio competitivo, para lo cual el dólar en el mercado oficial de cambios debe aumentar, como hasta ahora, copiando el desempeño de la pauta inflacionaria. 
Estamos convencidos de que, pese a todos los problemas que habrá que enfrentar de cara a 2021, el gobierno nacional no abandonará este criterio básico, ya que la competitividad de las exportaciones depende en gran medida de este delicado tema.
La problemática social será seguramente un tema central. Administrar la puja distributiva y las tensiones sociales constituye una cuestión clave al momento de pensar en una economía argentina recuperándose de la profunda crisis actual. 
Convengamos que, hasta ahora, este tema ha sido administrado sin mayores sobresaltos pese a las tensiones inevitables que genera la cuarentena. 
Para pensar: sea cual sea el paquete de medidas (el presidente se niega a llamarlo un Plan Económico) que presente el Gobierno próximamente en el Congreso, tiene que estar claro que el país seguirá inevitablemente muy complicado durante todo el año próximo. Pese a lo anterior, estamos convencidos que, desde las cadenas de agroalimentos, sobre todo en la Región Pampeana, habrá más oportunidades que amenazas para analizar en términos de negocios, incluso con vistas al mediano y largo plazo. ¡Aceptamos apuestas! 
Mercados agropecuarios 
Si bien la lógica indica que la incertidumbre climática continúa planteada en los Estados Unidos para lo que resta de julio y todo agosto, la mayor parte de los analistas considera que el clima se estabilizó y que los riesgos de falta de humedad son bajos para lo que resta de la campaña agrícola en ese país, según los pronósticos que se manejan en Chicago. 
Mientras tanto, a nivel internacional se van confirmando los pronósticos de recuperación progresiva de la demanda, tanto de granos, como en harinas y aceites. La vuelta a la normalidad en el sudeste de Asia, y particularmente en China, es la base de la explicación. Si bien ningún país del Hemisferio Norte está todavía exento de la posibilidad de algún rebrote del coronavirus, todo indica que ya no hay marcha atrás en las actividades productivas, cada vez más normales, sobre todo en el sudeste de Asia. 
El gráfico que adjuntamos, el Indice CRB, muestra el comportamiento promedio de los precios de 25 commodities a nivel internacional, donde se confirma que los mismos tocaron un piso entre abril y mayo, para comenzar una recuperación progresiva, en sintonía con lo que se especulaba. 
El análisis del Indice CRB vale para granos, harinas y aceites, pero también para carne vacuna y leche en polvo. En este último producto la recuperación es más que interesante, ya que de los 2700 dólares promedio por tonelada de abril y mayo, pasamos a un valor superior a los 3000 dólares en las últimas semanas, lo cual constituye una buena noticia para el sector lácteo argentino.
Todo lo anterior es lo que, de hecho, veníamos suponiendo desde hace al menos tres meses atrás y se va cumpliendo de manera progresiva. No obstante, lo anterior no quiere decir que estemos a las puertas de una explosión generalizada de precios. Se trata de un proceso positivo, pero lento y gradual, en la mayor parte de los productos. En el caso del maíz, por otra parte, partiendo de un piso muy bajo en Chicago debido a los muy altos niveles de stock existentes. 
Por el lado del trigo, hay una combinación de buenas y malas noticias a nivel internacional. 
Las buenas están vinculadas a los bajos rindes en Estados Unidos, Rusia, Francia y Ucrania. Sin embargo, como contrapartida todo indica que Australia vuelve al ruedo después de algún tiempo fuera de la cancha por problemas climáticos. 
Adicionalmente a lo anterior, la decisión de Brasil de habilitar el ingreso de trigo extra Mercosur juega en contra del trigo argentino de cara a los próximos meses. Esta es la razón por la cual algunos analistas recomiendan tomar los precios que ofrece el mercado a futuros, con precios en torno a los 170 dólares a diciembre/enero. 
En realidad, Brasil está enviando una buena señal desde el mercado de la soja, ya que debido a un tipo de cambio muy bueno tuvo exportaciones extraordinarias durante la primera mitad del año. Hay analistas que consideran que Brasil no tiene margen para responder a la demanda China durante los próximos meses, lo cual aceleraría los pedidos sobre la Argentina, que sigue teniendo una buena capacidad de respuesta. 
* Informe económico semanal elaborado en exclusiva para los asociados de la Mutual DAN  
COMENTARIOS

NOTICIAS MÁS LEÍDAS

OPINIÓN

COMENTARIOS
TE PUEDE INTERESAR