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Un matrimonio de Puerto Madryn que inició una misión en Chad en 2012. El casamiento de su hijo mayor con una
tresarroyense. El respaldo de comercios locales y la donación de la ACDC, cuya indumentaria llegó a la ciudad de
Yemena
tresarroyense. El respaldo de comercios locales y la donación de la ACDC, cuya indumentaria llegó a la ciudad de
Yemena
Jorge y Verónica De Latorre conformaron una familia en Puerto Madryn, provincia de Chubut, y tienen tres hijos: Martín, Maive y Benjamín. A través de la participación en la Iglesia Cristiana Evangélica, el matrimonio sintió que podían desarrollar una misión en Chad, un país africano, y puntualmente en su capital Yamena, que tuviera como eje a la educación.
En 2012 partió toda la familia hacia el mencionado país. Poco más de una década después, si bien han regresado en algunas oportunidades a la Argentina, allí permanecen Jorge y Verónica junto a Benjamín, el menor de los hijos. En tanto, Martín se casó en abril de 2022 con Antonela Bailón de Tres Arroyos, donde residen; y Maive retornó a Puerto Madryn.
Martin y Antonela conversaron con La Voz del Pueblo en principio para agradecer, porque hubo comercios de nuestra ciudad que colaboraron con mochilas y útiles que fueron recibidos por niños y adolescentes en Chad. Se trató de una oportunidad de describir aspectos de esta
experiencia, la finalidad, proyectos que se hicieron realidad y nuevas iniciativas.
experiencia, la finalidad, proyectos que se hicieron realidad y nuevas iniciativas.
De Tres Arroyos para chicos y adolescentes de Chad. Mochilas y útiles escolares fueron recibidos con mucha alegría
“Mis padres eran católicos, acudían cada tanto a la misa. Se empezaron a congregar e ir a la Iglesia Cristiana Evangélica”, recordó Martín.
En este sentido, sostuvo que “mi mamá fue la primera que empezó a sentir carga por Africa, en específico Chad, de a poquito lo charlaron como matrimonio, yo era chico. En ese transcurso hay toda una preparación que nos demanda la Iglesia, por todo lo que implica dejar la Argentina e ir a otro país”.
Durante varios años Martín vivió en Chad, “prácticamente mi adolescencia”. Su madre es maestra y se vio movilizada ante la importancia que tendría “abrir una escuela pública”. Antonela agregó que “allá las instituciones escolares son privadas, muchos no tienen la posibilidad de estudiar y progresar”.
El primer logro que concretaron fue fundar el centro cultural El Buen Pastor, mientras que “el año pasado pudieron abrir la escuela».
El hijo mayor contó que la modalidad que han aplicado sus padres es “permanecer tres años en Africa y luego regresar un tiempo a la Argentina. En abril de 2022 vinieron a Tres Arroyos a nuestro casamiento con Antonela, conocieron gente de la ciudad”.
En este contexto, recibieron donaciones de elementos escolares aportados por comercios. Antonela valoró que “fueron muchos los locales que colaboraron con esta colecta. Participaron librerías, regalerías, jugueterías. Brindaron útiles, cuadernos, lápices, lapiceras, mochilas”.
Algunos artículos constituyeron toda una novedad en Yamena. “Mis suegros me decían que allá no hay lápices de colores o fibras con brillitos, les sorprendió. Para la escuela fue de gran ayuda todo lo que se llevó desde acá”, afirmó.
También recibieron camisetas, pantalones y medias de la ACDC. “Las donó la institución a través de su presidente Angel Anta -expresó Martín-. Es indumentaria que tenían en el club, estaba guardada. Ya fue usada por los chicos en Africa”.
Con la camiseta y ropa deportiva de la ACDC. También en Yamena el fútbol es un deporte muy popular
En Chad hablan en francés, idioma en el que Jorge y Verónica se desenvuelven; también árabe, que lo están aprendiendo; y “hay muchísimos dialectos”.
Los idiomas que enseñan en el centro cultural son inglés y español. Además se brindan clases para “quienes tienen dificultades con una materia” y la actividad deportiva se considera muy importante. “Hay un club de fútbol que se llama El Buen Pastor. Angel (Anta) sintió la carga de hacer esta donación”, observó.
En nuestro país, Jorge “siempre trabajó en turismo, fue chofer de una agencia durante varios años. En Chad está más en la parte administrativa y con los deportes, organiza torneos, dirige el equipo de fútbol”.
Jorge y Verónica De Latorre junto a Benjamín, el menor de sus tres hijos
Prioridades
Desde el primer día, la educación es el objetivo central. Antonela indicó que “mis suegros comparten en Africa lo que es el mensaje, nuestra fe en Jesús. Una prioridad hoy en día es alfabetizar, hay niños y adolescentes que no saben leer ni escribir su propio nombre”.
Del mismo modo, intentan mejorar las condiciones de vida y contribuir en que se cubran necesidades básicas. Martín señaló que “acá es muy normal tener una canilla con agua en la casa y en el patio. Allá es diferente, uno de los proyectos que hicieron mis viejos el año pasado, no solamente fundaron una escuela sino que pusieron una bomba de agua. Así pueden darles agua a los chicos que van a la escuela y a quienes viven en esa zona”.
La misión no tiene fecha de cierre, no hay un final establecido. “Siempre dicen ‘ya pronto vamos a volver a Argentina’, pero cada vez que regresan empiezan a extrañar el lugar, la gente, el trabajo -comentó-. Ven que allá hay muchas necesidades, terminan volviendo a Africa”.
Por este motivo, desconocen cuándo van a retornar al país de manera definitiva. “Están como cumpliendo de a poquito las metas que se pusieron. Tal vez no al cien por ciento, pero si tener el centro cultural, la escuela. Mi viejo dice que la mitad de su corazón está en Argentina y la otra mitad allá. Ama los dos lugares”, argumentó.
En Tres Arroyos
Martín y Antonela trabajan con adolescentes en la iglesia Casa de Dios, ubicada en Mitre 744. Explicaron que “es la misma organización, en Argentina se llama Unión de la Asamblea de Dios”.
Educación. Un eje de la tarea que desarrollan en Chad. Fundaron un centro cultural y una escuela pública
Ella dio a conocer que “ahora sentimos la carga de poder ir unos meses a Africa, tenemos el proyecto de viajar como matrimonio en octubre de este año. Iríamos en principio por tres meses, para colaborar en la tarea que se desarrolla con adolescentes africanos”. Agregó que “Martín ya habla francés de manera fluida, yo estoy aprendiendo”.
Un proyecto que buscan impulsar es “instalar otra bomba de agua. Sabemos que implica bastante dinero. Aspiramos a dejar algo que quede para siempre, que puedan sacar agua para tomar, bañarse, limpiar los alimentos”.
Un recurso vital. La incorporación de una bomba de agua fue otro de los objetivos cumplidos
Con gratitud, Antonela le otorgó relevancia al acompañamiento de los comercios y dijo que “es una puerta abierta también para ayudarnos si partimos en octubre. No sabemos cuándo Dios toca un corazón generoso, ya sea con la bomba de agua que requiere mucho dinero, con más útiles escolares. Queremos animar a quien sienta el deseo de colaborar, a que se comuniquen con nosotros”.
Finalmente, dejó en claro que “existe la posibilidad de estar presentes con lo que puedan. Por ejemplo, quizá una librería tiene cosas que para acá ya quedan viejas, no se venden y en Africa es un montón. Todo es de gran utilidad”, concluyó.
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