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El Jurado consideró que Brohman mató a Burgueño para defenderse

En un fallo unánime de 12 votos, el Jurado halló “culpable ”a Víctor Hugo Brohman (45) del delito de «homicidio en exceso de legítima defensa» y anunció para el próximo miércoles a las 8.30 la lectura de la respectiva condena. En ese sentido, luego de conocerse el veredicto del Juicio por Jurados, el fiscal de Instrucción y Juicio, doctor Carlos Facundo Lemble, solicitó la pena de 4 años de prisión, el máximo para un homicidio culposo, en tanto, la defensa, a cargo de la doctora Laura Pereyra, de la Defensoría Oficial, pidió el mínimo que prevé el Código Penal para ese delito, o sea, seis meses de prisión.

La segunda y última jornada del juicio oral celebrado en la sala de audiencias de la calle 25 de Mayo 162 duró siete horas y en ella se ventilaron más detalles del sórdido mundo de las drogas en Tres Arroyos y su presunta vinculación con estamentos policiales y políticos. 

En ese sentido, antes de recepcionar los últimos testimonios, la doctora Laura Pereyra, solicitó un cuarto intermedio para que se produzca la incorporación de pruebas que sirvieron para graficar la presunta connivencia de Burgueño con las autoridades, ya que, a través de la ventilación de escuchas telefónicas e interpretación de mensajes entre la víctima y sus clientes adictos, quedó al descubierto que Burgueño continuaba vendiendo estupefacientes mientras se encontraba cumpliendo arresto domiciliario en su casa en el marco de una pena a cuatro años de prisión por ese mismo delito («tenencia de estupefacientes para comercialización»). 

Al respecto, durante su alegato final, la doctora Pereyra denunció ante el Jurado que, «un mes antes de que pasara este episodio (el homicidio), él (por Burgueño) cumplía su pena y estaba en el bar con arresto domiciliario, donde seguía vendiendo droga». 

 

Malas compañías

Tras la incorporación de esas pruebas, declararon dos testigos, el policía Miguel Angel Burgos y la hermana del imputado, Laura Verónica Brohman.

El primero, a pesar de haber trabajado en el procedimiento que culminó en el arresto de Brohman, declaró que no podía recordar las personas que estaban en el lugar de la aprehensión. 

En tanto, la hermana del imputado, que viajó a Tres Arroyos con su familia, quienes acompañaron a Brohman durante toda la audiencia de ayer, describió su adicción a las drogas, la cual padece de muy joven, y recordó los sinsabores vividos durante el contacto con la gente de la que se rodeó su hermano en nuestra ciudad durante el tiempo previo a su trágica experiencia.

«Él comenzó con las adicciones a temprana edad y ha hecho tratamientos. Somos una familia muy unida, nos apoyamos. Cada tratamiento que él ha hecho lo hemos acompañado», declaró la mujer muy emocionada, mientras él también lloraba durante la exposición.

«Las compañías le han jugado en contra, porque él nunca supo decir no. Es una enfermedad de la que cuesta salir», señaló en otro pasaje de su testimonio.

 

«Sentí que me mataba»

Antes de los alegatos, Brohman hizo uso de su derecho a declarar. A veces sin poder controlar el quiebre emocional que lo dominó durante toda su alocución, explicó al detalle la historia de su vida. Cómo llegó a Tres Arroyos, formó una familia y, tras su recaída en las drogas, la perdió.

También recordó cómo comenzó a juntarse con las personas que le presentaron a Burgueño, a quien le empeñó la computadora en la que guardaba 4000 fotos de su hija y, según él, constituía su único legado cuando tocó fondo.

Así, llegó a la trágica tarde del 16 de setiembre de 2015, cuando impulsado por el comentario de sus allegados, que le decían las supuestas intenciones de Burgueño acerca de vender su computadora, Brohman decidió ir al bar para tratar de impedirlo.

«Cuando entro (al Bar Oriente) el tipo (por Burgueño) estaba a unos metros de la puerta e inmediatamente me da dos trompadas y saca un revólver plateado. Ahí me puse como loco, giro, y estaba el cuchillo. Vamos abrazados los dos, chocamos contra una pared, nos caemos de costado, y se le clava el cuchillo y veo que se empieza a ahogar. Cuando le saco el cuchillo hago una fuerza bárbara. Y le corto el cuello», recordó acerca del momento de la muerte, y agregó, «yo sentí que el tipo me iba a matar. El problema fue después, cuando caímos y, cuando le quise sacar el cuchillo, fue peor. Se lo tendría que haber dejado puesto. Hoy, no puedo ver las fotos de lo que pasó, no puedo vivir con eso».

Asimismo, en su versión desmintió todas las declaraciones de los testigos del jueves, incluso lo señalado por algunos policías, y se preparó para describir lo que fue su «otra pesadilla».

Mal momento

Cuando Brohman fue trasladado a la comisaría en la noche del crimen, ayer declaró haber sido sometido a una serie de golpes y tormentos que consideró «inexplicables», ya que no había dudas sobre quién había matado a Burgueño.

Después de una serie de vejaciones («totalmente desnudo, me esposaron. Después, me dejaron cambiar y me esposaron de nuevo pero cruzado contra un banco de hierro»), dijo que, en la madrugada, «aparece un teniente y después de darme un poco de abrigo y mostrarme el diario con la noticia de todo lo que había pasado, me convidó un cigarrillo y me dijo a muchos nos ahorraste trabajo y a otros les arruinaste la gallina de los huevos de oro. Le mataste la banca a (el ex secretario de Seguridad Ricardo) Magrath y a toda la junta que tiene él, una circunstancia acerca de la cual, al ser consultado por el fiscal Lemble sobre las razones por las que no hizo esa denuncia en la instrucción de la causa, señaló que, «no denuncié por miedo a los golpes en la comisaría».

Después de eso, llegó el turno de los alegatos, donde el fiscal Lemble pidió separar «las lágrimas de los hechos» y, a pesar de cerrar su alegato con una frase lapidaria: «Burgueño puede haber sido muy mala persona, pero Burgueño no se degolló solo, lo degolló Brohman», previamente también consideró la posibilidad de estar ante un caso de «homicidio en exceso de legítima defensa». Una alternativa legal que el Jurado no tardó más de media hora en asumir como propia a la hora de considerarlo a Brohman «culpable» de ese delito, por el que, teniendo en cuenta el tiempo que lleva detenido y el monto de las penas requeridas, no sería extraño que el próximo miércoles recupere nuevamente la libertad o quede cerca de hacerlo.

 

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