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El director de Construcción de Escuelas de Frontera de la Asociación de Clubes Argentinos de Servicio (ACAS), Miguel Angel Massa, visitó Tres Arroyos junto a su esposa Lilian Sosa, y se refirió a los alcances que tienen las escuelas de frontera. La entidad ya inauguró 18 establecimientos, como parte de un proyecto que se inició hace más de tres décadas.
Massa estuvo en la redacción de LA VOZ DEL PUEBLO, acompañado por su esposa y Gustavo Rodera, integrante del CAS Fortín Machado. Los clubes que forman parte de ACAS congregan a más de 700 personas que trabajan de manera desinteresada.
En primer término, Rodera se mostró «muy contento por la visita de Miguel y su esposa ya que él es un poco el que lleva adelante todas las construcciones de las escuelas que se han levantado últimamente y será el futuro presidente de la Asociación Argentina de Clubes de Servicio a partir de abril. Además es un amigo de años en estas luchas y es un placer que pueda estar en Tres Arroyos».
Por su parte, Massa puso de manifiesto que «estar en Tres Arroyos es una alegría en lo personal porque tengo muchos amigos, como el caso de Gustavo (Rodera) y pude compartir la plenaria de Fortín Machado, como también contarles a muchos que no han podido ir como se arma este proyecto de las escuelas y toda la importancia que tiene para los chicos de las provincias que reciben los edificios».
Explicó que en el año 2001 se incorporó al club de Bragado. «Me empecé a involucrar despacito en el tema de construcción de escuelas de frontera, donde he llegado a ser director y en las últimas tres escuelas me ha tocado a mí ser el que esté al frente de las mismas -indicó-. Además yo trabajo en el ramo de la construcción y por ese motivo también es que fui metiéndome en algo tan hermoso como esto».
Un desafío
Planteó que llevar adelante la incorporación de una escuela de frontera «es un trabajo muy duro porque hay que hacer muchos kilómetros para llegar a los lugares, acceder suele ser muy complejo. Necesitamos conseguir todos los elementos para realizar esta tarea en el menor tiempo posible y organizarlo para coordinar esta actividad con las ocupaciones personales que tiene cada uno».
Mencionó también que los clubes nucleados en ACAS nacen después de la Guerra de Malvinas, período en el que también cobra fuerza el proyecto de sumar escuelas en zonas de frontera. «Pensamos que la forma de mejorar un país es con educación y para ellos se requiere que todos puedan ir a una escuela», subrayó.
En forma reciente y con la presencia de representantes del CAS Fortín Machado y de otros clubes del país, se inauguró la Escuela de Frontera 18 en el Paraje San Ignacio, de El Soberbio, provincia de Misiones. Puntualizó que «está ubicada a unos 7 kilómetros de la ruta, en un camino muy inhóspito, y eso la gente que pudo ir a Tres Arroyos lo sabe muy bien. Tiene una matrícula de 160 alumnos, pero también hicimos el jardín con unos 25 chicos en el ciclo Inicial».
La próxima obra prevista es «una escuela técnica, que es muy necesaria. Tenemos los planos hechos con unos 750 metros cubiertos. Contamos con el apoyo de la Fundación del Banco Nación, la Fundación Normatil y Tarjeta Naranja. El presupuesto es de cinco millones de pesos, la Asociación no los tiene, pero confiamos en que vamos a contar con entidades que nos den una mano, como ocurre habitualmente».
Emociones
Massa reconoció que «a veces ocupamos el rol que debe desempeñar el Estado y eso hace que nos miren con cierto recelo, porque demostramos que se pueden hacer obras con transparencia y en un tiempo relativamente corto. Tenemos un programa de mantenimiento para poder volver a las escuelas que levantamos cuando lo necesiten, pero previamente pedimos autorización a la provincia».
Entre los pedidos que han recibido para erigir edificios similares, mencionó que les solicitaron realizar «una escuela guaraní en el medio de la selva; otra en Paraje Madrid, Misiones; y otra en 2 de Mayo, en la misma provincia. Nos acercaron igualmente un proyecto de ampliación en Neuquén y está pendiente construir en Tartagal, donde surgieron complicaciones con la documentación en el lugar en que se pensaba realizar y ahora la podemos levantar en otro terreno».
Con satisfacción, dijo que «cuando la gente ve que somos serios, que terminamos y entregamos las cosas, nos da su apoyo».
Los sentimientos son fuertes en cada acto inaugural, por la posibilidad de ayudar a muchos chicos y sus familias. El futuro presidente de ACAS sostuvo que «me emociono porque es un combo de cosas que nos llevamos cada uno de los que vamos a ese lugar. Yo quiero aprovechar esta visita para agradecer a los clubes como el Fortín Machado, que tiene mucha gente que trabaja por los demás y es un ejemplo para imitar; lo mismo que los jóvenes que nos muestran que no todo está perdido, hay mucha gente con valores. Agradezco el acompañamiento de mi esposa que está en todos los detalles y me da una gran mano en esta linda actividad».
