Viviana De Lucca: “La accesibilidad se da en la acción”

 

La arquitecta Viviana De Lucca formó parte en forma reciente de la jornada de cierre del Programa de Formación Continua en Discapacidad y Salud Mental, organizado por la presidencia del Concejo Deliberante y la ONG + Inclusivos. También intervino el licenciado en Trabajo Social, Hugo Fiamberti. 

 

De Lucca tiene una amplia formación y experiencia en accesibilidad, así como en gerontología comunitaria e institucional; entre otros temas relacionados con la discapacidad. 

 

Describió a la jornada que tuvo lugar en el Salón Blanco como “cargada de muchas intenciones y con gente comprometida, actores que son los que realmente después pueden producir cambios. Estoy contenta por encontrar personas con ganas de saber más sobre accesibilidad, de formarse para implementar. Para no quedarnos solo en la instancia formativa, porque la accesibilidad es algo que se da en la acción”. 

 

La guía a tener en cuenta es la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. “Hablamos mucho de la importancia que tiene reconocer las barreras en el entorno, porque es el punto de partida para poder generar los cambios. Y el entorno es donde se dan las relaciones sociales”, argumentó De Lucca. 

 

Entre otras tareas profesionales, integra la Agencia Nacional de Discapacidad, donde es responsable de los proyectos de accesibilidad a los entornos. “Es un lugar donde llego a partir una formación de muchos años en el campo de la gerontología, el entrecruzamiento que se da entre la salud mental, el envejecimiento, la discapacidad -explicó-. Se trabaja muchísimo en la accesibilidad del entorno porque es efectivamente donde se producen los proyectos vitales”. 

 

En relación con la gerontología, observó que “la vejez es algo que por ahí no queremos mirar. Es importante entender que vamos a llegar, que es un horizonte, que es una expectativa, que debiera ser un deseo llegar a la vejez. Si lo pudiésemos vivir de esa manera, quizás nos animaríamos un poco más a cambiar o a preparar el entorno para que espere la llegada de la vejez”. 

 

 A partir del intercambio con familiares de personas con discapacidad en Tres Arroyos o de integrantes de entidades vinculadas con las familias, De Lucca dijo que “veo un espíritu con una mirada positiva, plantearon ideas a implementar para mejorar la calidad de vida. Sabemos que la accesibilidad no solamente es un derecho, sino que es una herramienta que permite una mayor situación de bienestar”. 

 

 En esta línea de pensamiento, subrayó que “la accesibilidad resulta, en términos de presupuesto, un beneficio. Una buena estrategia contribuye a ahorrar, anticiparse y evitar un montón de otras secuencias que pueden presentarse por falta de accesibilidad”. 

 

 Se trata de una construcción y la falta de una rampa o de elementos básicos, constituyen apenas “la punta del iceberg”. Al respecto, señaló que “hay mucho para pensar ¿dónde pongo la arena de construcción cuando estoy haciendo una reforma en casa? ¿Dónde estaciono el auto? ¿Cómo respeto las normas? ¿Con qué letra escribo? ¿Cómo transmito una información a otra persona en el trabajo? ¿Cómo dejo ordenados mis elementos en una oficina compartida? Todo eso tiene que ver con la accesibilidad”. 

 

Hay gran cantidad de personas con discapacidad en la Argentina, cerca del 13 por ciento de la población del país. “Es un número enorme. Incluso si no fuese tan grande, son seres humanos que necesitarían también tener los mismos derechos que tenemos todas las personas, y que muchas veces se ven vulnerados. La accesibilidad es relevante para este porcentaje de personas con discapacidad, pero en definitiva termina siendo muy beneficiosa para toda la población”, expresó. 

 

Se requiere una mirada interdisciplinaria y participativa, porque “la discapacidad no es algo que tenga que trabajar solo la gente del campo académico formada con una disciplina, no alcanza. Por más que sea interdisciplinaria, si no hay una cuestión transversal en donde haya una participación del que tiene el saber técnico, del que tiene el conocimiento de la vida cotidiana de la persona y de la propia persona, es muy difícil producir accesibilidad”. 

 

 En el trabajo 

 La inclusión en el trabajo es una necesidad y se busca avanzar para que surjan oportunidades concretas. La arquitecta explicó que “aparece, en términos legales, un concepto que es el de ajustes razonables. Implica una adecuación a medida de una persona, algo fundamental para que pueda sostener de manera activa su lugar y su puesto y desarrollarse”.

 

 Sostuvo que “a veces las adecuaciones son mínimas, a veces son máximas, pero a partir de este concepto de la incorporación de los criterios de ajustes razonables en puestos de trabajo es donde se logra la inclusión real”. 

 

 Su experiencia activa en este tema la inició en 2006, sobre lo cual recordó que “nadie sabía en aquellos tiempos de qué se hablaba cuando se hacía referencia a la accesibilidad”. En este contexto, contó que “empezamos con proyectos de extensión universitaria, con las escuelas técnicas, muy de a poquito. 

 

Fue muy difícil el camino para que realmente haya conciencia acerca de que hace falta una formación. De hecho, lo reflejan los programas de estudio de las universidades. No contemplan la discapacidad como un eje. La persona con discapacidad no es destinatario de las prácticas profesionales”. 

 

Como contrapartida, valoró que “sí se avanzó muchísimo en la inclusión en el sistema universitario de personas con discapacidad, que puedan transitar este nivel. Pero todavía falta poner como objetivo, como destinatario de nuestra práctica más profesional a la persona con discapacidad. Esto aparece después de la formación de grado”. 

 

 Para De Lucca, el Modelo Social de Discapacidad “se terminó de consolidar con la sanción de la Convención Internacional” que entró en vigencia en 2008. Es un Modelo que le otorga a la sociedad un lugar fundamental en generar o no más posibilidades de desarrollo autónomo, para las personas con discapacidad.

 

 Como un desafío, dijo que “hoy quienes estamos activamente trabajando nos tenemos que preguntar cómo vamos a escribir la próxima parte de la historia. Vivimos ya la divulgación del Modelo Social y tendremos que ser actores activos de la próxima transformación”. 

 

 Es valioso aliviar a las familias, que hacen un esfuerzo muy grande para intentar encontrar respuestas. “No es una responsabilidad del individuo y de sus cuidadores primarios, sino que es parte de la diversidad de la sociedad”, manifestó. 

 

En el cierre de la entrevista, afirmó que “si bien el Estado como garante de derechos se tiene que ocupar, creo que quienes habitamos el territorio argentino también tenemos que asumir un poquito la responsabilidad de ser parte de lo que nuestro país sancionó. Y ser parte de este cambio para la construcción de ciudades accesibles”.    

 

 

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La arquitecta Viviana De Lucca es responsable de los proyectos de accesibilidad a los entornos de la Dirección de Accesibilidad de la ANDIS (Agencia Nacional de Discapacidad). 

 

 Se desempeña como investigadora en la UBA (Universidad de Buenos Aires) y la UNLP (Universidad Nacional de La Plata) en proyectos vinculados a la accesibilidad, discapacidad, envejecimiento y corporalidades. 

 

 Realizó una carrera de especialización en Gerontología Comunitaria e Institucional (Facultad de Psicología de la Universidad de Mar del Plata) y es Magíster en Gerontología y modelo ACP (Atención centrada en la persona-Universidad Internacional de Valencia, España). 

 

 Dirigió y participó en proyectos de extensión universitaria sobre la relación entre el cuerpo y el espacio.

 

 Es miembro de las mesas de trabajo de la Universidad Nacional de La Plata, una de ellas de Ciudad Sustentable. 

 

Desde el año 2012 dicta Seminarios de Posgrado referidos a la mirada interdisciplinaria para el abordaje de la accesibilidad.