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El consumo de la moda como fenómeno cultural llega a su máxima expresión en la cuantiosa y diversa oferta de exhibiciones en los principales museos del mundo. Ya no se trata sólo de exponer al vestido como objeto de contemplación sino que las personalidades del diseño y la fotografía, los movimientos e improntas y las marcas más prestigiosas pasan a ser protagonistas.
De esta manera y, bajo múltiples puntos de vista, basados en curadurías expertas, puestas en escena magistrales, y en muchos casos, auspiciadas por importantes empresas o editoriales, los museos se aseguran visitantes durante todo el año. Entre el público, están los familiarizados con la moda pero también aquellos que no son entendidos en el tema, que no tienen acceso a la alta costura, ni consumen marcas de lujo. Así, mostrar moda desde un ámbito museológico le permite a los visitantes acercarse de una manera democrática a ese universo tan deseado. «No se trata solamente de realizar una exhibición, es también un evento cultural. Las ciudades se dieron cuenta de que el tema atrapa a diferentes generaciones y que además, es un atractivo clave en la ruta turística», explica Pamela Goldin, una de las curadoras del Museo de la Moda & Textil, del Louvre de París.
Por su parte, Valerie Steele, curadora del Fashion Institute of Technology apunta: «En la sociedad actual, la moda rejuvenece a los museos y los hace más atractivos, aunque el gran desafío será que éstos inviten a la reflexión, y que cuenten con un espíritu crítico».
Los destacados del año
Durante 2016 fueron muchas las exhibiciones de moda que contribuyeron a alimentar el fenómeno.
En los Estados Unidos, Oscar de la Renta fue recordado desde el Young Museum de San Francisco, con una muestra que reunió 130 piezas del creador. Por su parte, Isaac Mizrahi, diseñador nacido en Brooklyn también fue homenajeado durante el primer semestre del 2016, desde el Jewish Museum de NYC, a través de sus vestidos más icónicos, en mix de glamour moderno y reflejo de la cultura contemporánea. Un gran personaje que se cayó y levantó varias veces y que supo encontrar un lugar como personaje querible en documentales y reality de tevé.
Diseño y marcas
En materia de diseñadores y marcas internacionales, este año se rindió tributo a la familia Missoni desde el Museo Textile & Fashion, a través de una colorida retrospectiva.
En cuanto a los japoneses; Issey Miyake fue el centro de atracción del National Art Center de Tokyo. Con una propuesta audiovisual hipermoderna, se repasaron los 45 años de una carrera que revolucionó la industria textil con sus magistrales creaciones de diseño & tecnología, basadas en el concepto del pliseé.
Undressed. Breve Historia de la Ropa Interior es la propuesta del Victoria & Albert de Londres. Abrió sus puertas a principio de año y se puede visitar hasta marzo de 2017. La exhibición bucea en los primeros corsetes, hasta llegar a los sofisticados y sexy push-up de satén de Agent Provocateur. Una inteligente movida de merchandising acompaña la muestra, junto a su libro correspondiente.
El denim y su evolución se hizo un lugar en la sala de la planta baja del Museo del FIT. El recorrido incluyó diseños de Gucci, o Ralph Lauren, junto a las tradicionales propuestas de Wrangler, Levi’s y GUESS. Pedagógico y con algunos datos de color a través de mini televisores.
Y como broche de oro, para destacar la alta costura, bajo una perspectiva original, se llevó a cabo en el Costume Institute, del MET, Manus x Machina. Andrew Bolton, su flamante curador apuntó a desmitificar el concepto de que la alta costura es realizada exclusivamente a mano al revelar cómo la tecnología, en conjunción con el trabajo manual, se fusiona en el proceso constructivo de la couture. La expo, de características espectaculares desde la puesta en escena, estuvo muy bien solventada por Apple y Condé Nast. Como siempre, Anna Wintour, ofició de madrina, y de anfitriona de la Gala apertura que se realiza todos los años en el mes de mayo.
En fotografía
Si de fotografía de moda se trata, la National Portrait Gallery de Londres, ubicada en el corazón de la ciudad, a metros de la catedral de St. Martin’s, festejó con Vogue 100, A Century of Style, un siglo de la icónica revista, a través de una variedad de imágenes que datan desde sus comienzos, en 1916, hasta los retratos de Kate Moss por Mario Testino o Tim Walker. El gran sponsor por supuesto, fue la Vogue británica.
Del otro lado del océano, y en América, la revista Bazaar también tuvo lo propio: The Women of Harpers Bazaar homenajeó a la mujer, desde sus imágenes fashionistas, desde el FIT, y a través de un breve recorrido de fotografías sacadas en su mayoría por Louise Dahl- Wolfe bajo el estilismo de la genial Diana Vreeland.
Robert Mapplethorpe y Helmut Newton, maestros del lente y grandes provocadores, también tuvieron sus tributos. En el LACMA de Los Angeles, para el norteamericano, Mapplethorpe y la Fundación Newton respectivamente.
Andrew Bolton, flamante curador del MET de NYC, comparte desde BoF Business of Fashion: «El montaje de una exhibición es un proceso de constante ajuste, donde prevalecen los objetos más destacados y donde existe un mecanismo incesante de cuestionamiento. Es algo así como preparar los capítulos de un libro. Los objetos vestidos, deben contar la historia, para que pueda ser bien comprendida por el público.
