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Uno de los adolescentes fue entregado por sus padres, luego de que la Policía allanara la casa de su madre, quien cumple arresto domiciliario en una causa por infracción a la ley de drogas.
El primero de los arrestos se llevó a cabo tras seis allanamientos realizados en los partidos de Esteban Echeverría y Lomas de Zamora por orden del fiscal Gabriel Lo Schiavo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFi) 7, a cargo de la causa por el homicidio de Jenifer Geraldine Trillo Juli (15).
En esos operativos, la Policía localizó a uno de los sospechosos, en cuyo poder se secuestraron dos teléfonos celulares que ahora serán sometidos a los peritajes correspondientes.
El otro, en tanto, fue entregado por sus padres a los efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora.
Los progenitores decidieron entregar al chico luego de que la Policía allanara la casa de la madre del adolescente, que cumple arresto domiciliario en el marco de una causa por drogas y actualmente no vivía con él.
Luego de enterarse del operativo, el padre del chico fue a buscarlo a otro domicilio cercano mientras los efectivos todavía estaban allí y tras hablar con su mujer, resolvió que compareciera ante las autoridades.
Según dijo una fuente judicial a Télam, los investigadores llegaron a los adolescentes en base a la declaración de testigos que aportaron su descripción física, apodos y domicilios donde podrían encontrarse.
Además, se obtuvieron sus perfiles de la red social Facebook, lo que sumó nuevos datos.
Ambos detenidos son inimputables, es decir no pueden ser juzgados ni recibir condena, debido a que tienen menos de 16 años, por lo que la Justicia deberá resolver ahora si les dicta alguna medida de seguridad para que no vuelvan a la calle, en caso de determinarse que efectivamente fueron los autores del hecho.
Una posibilidad es que sean enviados a un instituto de menores y también, en algunos casos, se los entrega a la familia si ésta puede garantizar que se hará cargo.
El destino de los adolescentes se resolverá en el Juzgado de Garantías 1 del Fuero Penal Juvenil de Lomas de Zamora, que estaba de turno hoy cuando el fiscal Lo Schiavo se declaró incompetente y les envió la causa.
Trillo Juli fue asesinada a las 7.15 del 17 de este mes de un tiro en la nuca que el agresor efectuó con su mano derecha, con el arma apoyada, mientras la sujetaba con la otra para evitar que escapara, determinaron los peritos en la autopsia.
La chica estaba junto a su madre en la parada del colectivo de la línea 532 porque tenía previsto ir a primero hasta Puente la Noria y después a un ginecólogo en la Capital Federal para efectuarse un control prenatal.
Si bien el disparo a corta distancia y casi apoyando el cañón del arma en la nuca de la víctima pudo hacer pensar en otra motivación distinta a la del robo, un investigador del caso indicó que por ahora es la única hipótesis que se maneja.
Es que en base a dichos de testigos se determinó que la chica, embarazada de cinco meses, fue abordada desde atrás por un asaltante que le sujetó con la mano izquierda la mochila que llevaba en su espalda, le impidió seguir avanzando e, instantes después, le apoyó un arma en la nuca y le disparó.
Si bien cuando la adolescente se desplomó el atacante se quedó con su mochila en la mano, a los pocos metros la arrojó a la calle y escapó.
Roberta Calsin, la madre de la víctima, manifestó que a su hija la mataron «como a un perro» y denunció que en esa zona hay «muchos delincuentes perdidos por la droga».
La mujer también dijo que a su hija «ya se le notaba la panza» y que a los delincuentes «no les importó nada».
