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Arrestan a dos policías por intentar extorsionar a un empresario local

El operativo desplegado en la noche del sábado en la estación de servicio YPF de la ruta 3 y Vélez Sarsfield

El caso ocurrió en la noche del sábado en la estación YPF de la ruta 3 y la calle Velez Sarsfield. En ese lugar, Carlos Baliña y unos familiares habían acordado un encuentro con dos Policías Federales que le habrían exigido 50.000 dólares para cerrar una investigación por narcotráfico en su contra. Tras haber denunciado el hecho, ante la falta de respuestas, el denunciante le dijo a LA VOZ DEL PUEBLO que logró retener a los policías que anoche seguían detenidos. Aguardan que las actuaciones sean giradas al fuero Federal de Justicia

 

Dos efectivos de la Policía Federal de Mar del Plata fueron detenidos en la noche del sábado en una estación de servicio de nuestra ciudad, en el marco de una presunta extorsión al empresario local Carlos Baliña, a quien según denunció días pasados ante la Justica local, le habrían exigido 50.000 dólares para desvincularlo de una investigación por narcotráfico impulsada por el Juzgado Federal de Necochea.

 

Si bien los dos policías identificados por su apellido como Santillán y Penisi, se encuentran aprehendidos en la Comisaria a disposición de la Justicia, todavía estaba pendiente la resolución del juez de Garantías subrogante en Tres Arroyos, el doctor Esteban Mario Usabiaga, para que defina si la investigación corresponde al fuero Federal.

 

Todo ocurrió en la noche del sábado, en el sector baños de la estación de servicio YPF, que se encuentra ubicada en la intersección de la ruta nacional N°3 y la calle Vélez Sarsfield, donde según confió el propio Baliña en una entrevista exclusiva con este diario, habían quedado en reunirse con dos de los, al menos cuatro, efectivos de la Policía Federal que, días pasados, le habrían exigido la entrega de 50.000 dólares para desvincularlo de una causa por narcotráfico que impulsa el Juzgado Federal de Necochea.

 

“Hace 10 días que se me aparecen en nuestro negocio familiar de la ruta 3 y 228, una pareja preguntando por una farmacia. Algo que me pareció medio sospechoso. A los 10 minutos cae un flaquito y me dice ‘¿cómo es el tema con un auto?’. Entonces me dice que tiene un Clio. Vamos afuera y, cuando estábamos en el estacionamiento, me dice ‘Policía Federal. Ahora te venimos a hablar porque te estuvimos investigando y vimos que no hay nada raro. No andás de caño, nada que ver. Pero hay una causa que la vamos a cerrar, vos sabés que está a cargo Bibel, gente de Mar del Plata y Bahía Blanca también, porque andamos por todos lados, queremos 50.000 dólares’.  Entonces les pregunto por qué les voy a dar esa plata y me contestan: ‘entonces 30.000’. Ahí me dí cuenta que me estaban b… y, para seguir la corriente, les digo ‘vamos a hacer una cosa, arreglemos por semana, porque yo no tengo nada para darte’ y, de paso, ganaba tiempo para denunciarlos”, explicó Baliña en diálogo con LA VOZ DEL PUEBLO al referirse a los momentos previos a su decisión de transmitirle su situación a las autoridades.

Tal como expresó el empresario transportista cascallarense, ese fue el puntapié de una serie de graves amenazas, “me decían ‘tené cuidado porque nosotros venimos de Buenos Aires, sabemos qué haces esto, lo otro, donde vivís’. Entonces me puse loco, porque yo no ando en nada raro, si estuviera en algo raro, estaría preso. Y me dicen, ‘no hagas nada porque acá está la ministro Patricia Bullrich, ella respalda a las fuerzas federales. Por eso, cuando vengamos a buscar la plata, no intentés hacer nada’”, recordó haber escuchado decir a las personas que terminó denunciando días atrás en la Justicia local.

 

El encuentro      

 

Antes del fin de semana, Baliña recordó que fue convocado a un nuevo encuentro.

 

Sin embargo, luego de haber denunciado y, según él mismo mencionó, entregado datos a la Justicia que facilitarían el esclarecimiento del presunto caso de extorsión, un nuevo llamado sonó en su celular.

 

“Ayer (por el sábado) me llamaron y hablaban ‘de un Clío’ (en referencia al dinero que pretendían cobrar). Los espero en la YPF tomando un café. Yo había hecho la denuncia, pero el juez de Garantías no había ordenado los allanamientos”, mencionó, antes de aclarar que, en referencia a publicaciones periodísticas no oficiales sobre el caso, “nunca hubo billetes marcados dentro de la mochila. Yo había puesto otras cosas. Ellos me ven que bajo (de su camioneta) con la mochila, pero yo no tenía dinero adentro. Al llegar, me dicen que vayamos al baño de la YPF y es cuando yo veo que (uno de los policías) tiene un revólver. Entonces me niego a seguirlo y le digo ‘no, no te lo doy (la mochila). Mejor vamos a mi camioneta. Entonces veo que toma la pistola, la carga como para tirarme y yo se la alcanzó a manotear (la pistola) y le rompo la cabeza con un golpe. Ahí llegaron mis primos y, entre todos, les dimos una paliza y llamamos a la policía”, resumió acerca del operativo que se desplegó en ruta 3 y Velez Sarsfield.

 

En ese sentido, Baliña reconoció haber montado un procedimiento con familiares y amigos, ante una supuesta falta de respuestas del Juzgado de Garantías con las pruebas que él había llevado, “no le dije nada a la policía, pero como Garantías no daba un allanamiento ni nada, me cansé”, señaló al refirirse a la particular decisión de enfrentar la situación con sus propios recursos.

“Nada que ocultar”

 

El empresario Carlos Baliña fue denunciado ante la Justicia en 2017 junto a fiscal Carlos Lemble por un ex convicto que había sido detenido y posteriormente condenado por “robo calificado”.

 

En su declaración, los acusaba de manejar el comercio de estupefacientes en Tres Arroyos, algo acerca de lo que Baliña negó su vinculación y tampoco se explicó por qué lo habían denunciado.

 

La declaración penal efectuada en su contra hace siete años, en aquel momento, tomó estado público y constituyó además una maniobra legal que tuvo idas y vueltas, pero generó la apertura de una causa que, por tener mencionado a un funcionario público, según el Código Penal, goza de imprescriptibilidad.

 

“Que me estén investigando todo lo que quieran, yo no tengo nada que ocultar. Pero yo esto lo denuncié (por la presunta extorsión del sábado), porque me estaban amenazando. Ahora hay dos detenidos, pero hay más personas involucradas”, dijo refiriéndose al resto del grupo que, según él, tomaron contacto previo antes de su declaración en la Justicia.

 

Sin embargo, al ser consultado sobre las razones que lo hicieron objeto de una investigación que continúa hasta estos días y que, además, es llevada adelante por policías como los aprehendidos en la antevíspera, resumió: “vos sabés cómo son las ciudades chicas. Mañana te compras un auto y van a decir ‘seguro que le robó a su jefe’. Mi padre viene trabajando hace un montón de años con el camión. Yo también. Hemos invertido en eso y, por ahí, uno no sabe. La verdad es que no tengo ni idea por qué me denuncian. Me llamará Bibel algún día. Ojalá que se aclare todo esto”.

 

Tal como pudo averiguar este diario, ni bien fue radicada la denuncia por supuesta extorsión, estaba el turno del fiscal Carlos Lemble, quien finalmente se excusó.  

 

Tras eso, la causa fue a Bahía Blanca, donde fue sorteada la UFI N°16, a cargo del fiscal Gabriel Lopazzo, quien ahora estaría aguardando la disposición del Juez de Garantías, para darle cierre en la competencia provincial y girar todas las actuaciones al Fuero Federal de Justicia, seguramente, en la ciudad de Necochea.

 

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