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La heladería fue iniciada por Ana María Sciotti y ahora está a cargo de su hija, Laura Trujillo, quien dialogó con este diario
Años sirviendo helado para Claromecó, miles de turistas se han deslizado por su característico tobogán. Esta vez La Voz del Pueblo dialogó con Laura Trujillo, quien desde 2011 es propietaria de Heladería ArtesAna. ¿Por qué ArtesAna? Porque los helados son artesanales, una fórmula que prevalece por años, y fue iniciada por la fundadora de esta heladería, la madre de Laura, Ana María Sciotti, una persona que puso el punto de partida de este negocio familiar.
Laura creció entre helados, toda una vida dando uno de los servicios más amados por la comunidad. Indicó que “es un negocio familiar que viene ya de muchos años, yo tenía 15 años cuando ya servía helado, es un rubro que conocemos bastante”. Que sea un trabajo en familia para Laura está bueno porque se transmite, “es como una herencia”.
Añadió que lleva desde muy chica trabajando en el rubro de la heladería, una pasión que surgió por su madre, que ahora Laura lleva adelante y lo hace junto a sus hijos. Un servicio hecho en familia para aportarle a las familias ese momento para compartir disfrutando del verano.
Laura comenzó cuando “era muy chica. Empecé a trabajar con otra heladería, era empleada acá en Claromecó, después mi mamá fue propietaria y comenzó toda la familia en el rubro”.
La heladería se refleja en sus colores vivos, sus caricaturas y el reconocido tobogán el ambiente familiar. Siempre la idea fue transmitir los valores de la familia a través del helado. También se le añade la tradición, dado que “siempre fue la misma fórmula y la clientela buscó eso. Nosotros seguimos con el mismo proceso desde hace 20 años, ni siquiera hemos cambiado la máquina”.
Laura comentó que hicieron la prueba incluso con una maquina industrial, pero no era lo mismo: “Nosotros la tuvimos y la vendimos, porque ni siquiera la crema americana, que es el gusto más clásico, sale igual. Se nota el paso del industrial al artesanal, nada se compara a la mano propia, Lo artesanal es artesanal”.
¿Cómo viene el verano?
Todos los rubros se vieron afectados por la situación económica nacional, y en todos los comercios han mencionado como funcionó la actividad comercial durante el verano. Laura analizó que el movimiento turístico “repuntó en la segunda quincena. La primera quincena fue complicada”.
A nivel de consumos, se nota en un vistazo general que el poder adquisitivo y el gasto se ha limitado. Cada compra o servicio adquirido se piensa más de una vez, en este caso desde ArtesAna notaron que “se compran todos los helados más chiquitos, más cuando la familia es numerosa, se nota. En años anteriores venía una persona o un matrimonio con dos nenes, y compraban todos los días, ya hacías amistades, charlabas. Hoy eso no pasa. Si están una semana, vienen dos veces a tomar helado”.
Familia
Lo dijo desde el principio, la heladeria es una herencia familiar. Heredas una pasión y el sentimiento de alegría por trabajar junto a los integrantes del hogar. Laura remarcó lo que significa para ella estar a cargo: “Es la herencia que me dejó mi mamá. Al día de hoy ella viene y me ayuda. Cualquier duda que tengo, yo le pregunto a ella”.
Los hijos de Laura trabajan junto a ella, sirviendo y fabricando el clásico helado artesanal de Claromecó: “Hoy están conmigo, mi hijo fabrica y me ayuda a fabricar, mis hijas atienden y el día que no esté, es de ellos”, afirmó.
Yoel Sosa, hijo de Laura, también dialogó con este diario, y comentó que “desde que la tiene mi mamá que estoy trabajando acá. A partir el año 2011, así que ya es la décimo tercera temporada que hacemos. De vez en cuando comes un helado, pero más que nada estamos fabricando”.
Yoel destacó lo que significa trabajar junto a la familia, y el sentimiento que eso le transmite: “Somos nosotros nada más, trabajamos juntos y es lindo trabajar así”.
Para finalizar, Laura invitó al público a pasar por ArtesAna “a degustar un helado artesanal. Hay muchos clientes que nos siguen y esperamos que el turista nos conozca”.
