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El próximo viernes se cumplen dos meses del fenómeno climático que azotó Tres Arroyos. Con todo el dolor que significa haber perdido la casa de su fuente de trabajo, la profesora de gimnasia artística se reinventa. La ayuda ofrecida, los objetivos por cumplir y el desafío de recordar sin quebrarse
A pocos días de cumplirse dos meses del paso despiadado del temporal de diciembre, la profesora Silvia Thostrup no puede recordar sin emocionarse el gimnasio que el viento le destruyó al derrumbar el techo sobre todas las herramientas de trabajo cosechadas en 40 años junto a la gimnasia artística.
Forzando su garganta para no dejarse llevar por el llanto, Silvia sabe perfectamente que no puede bajar los brazos. Tiene a su cargo cinco gimnastas muy cerca del nivel elite y, a raíz de este hecho, debió revisar recursos para empezar el trabajo que no sabe de tiempos muertos ni clemencia.
“Ahora estamos entrenando y haciendo la parte física, pero de cualquier manera, necesitamos que puedan subirse a los aparatos. Mucha gente me ha invitado para que vayamos a entrenar, pero al no ser de Tres Arroyos, no podemos hacer nada. Distinto es lo del CEF, donde tenemos un lugar cerrado para trabajar y se lo súper agradecemos. De todas maneras, las chicas necesitan subirse a las paralelas, a la viga…”, subrayó.
Tal como lo dijo, el gimnasio ubicado en la Escuela 1 es donde refrescan lo más posible la parte técnica, mientras que la plaza San Martín es aprovechada para hacer trabajos aeróbicos.
Sin embargo, a pesar de verla viva y entusiasmada, dentro suyo hay un dolor difícil de calmar, “del 17 (de diciembre) hasta ahora fue bravo –dice emocionada- . Es difícil porque lo único que uno quiere es recuperar el material (en referencia a los aparatos que exige la práctica de gimnasia artística)”, señaló antes de recordar esos momentos en que las familias de sus alumnas fueron a poner el hombro, “hubo dos jornadas en las que todo el mundo participó y pudimos sacar casi todas las cosas. Es una manera de empezar, pero es stresante y pesa mucho”, reconoció antes de poner énfasis en la necesidad más difícil de evacuar: un lugar para volver a instalarse, “lo más estresante de este momento es no encontrar un lugar donde funcionar. Necesitas un lugar grande, donde todas las cosas entren y puedan permanecer un buen tiempo. No es algo para andar armando y desarmando”.
Las chicas que hacen el aguante
Estas son las gimnastas del Círculo de Gimnasia Tres Arroyos que mejor proyección tiene para 2024.
Josefina Dadomo
13 años
Nivel 9
Categoría: Juvenil
Aparato preferido: salto
Pilar Leguizamón
15 años
Nivel 9
Categoría: mayor (primer año)
Aparato en el que se destaca: suelo y salto
Solange García
12 años (cumple 13 en 2024)
Nivel 9
Categoría: infantil
Aparato: paralelas
Gianella Suárez
16 años
Nivel 9
Categoría: mayor
Aparato: suelo
Clarita Cepeda
15 años
Nivel 8
Categoría: mayor
Aparato: suelo y viga
Delfina García
Nivel 8
Categoria: infantil.
Aparato: salto y paralelas
“Estamos entrenando y haciendo la parte física, pero de cualquier manera, necesitamos que (las gimnastas) puedan subirse a los aparatos. Mucha gente me ha invitado para que vayamos a entrenar, pero al no ser de Tres Arroyos, no podemos hacer nada”
Silvia Thostrup
Atenciones y gestos
El golpe que el fenómeno climático provocó en el fruto de 40 años de trabajo tuvo repercusión nacional y, a raíz de ello, las principales instituciones le ofrecieron alternativas para no dejarse caer, “la FBG (Federación Bonaerense de Gimnasia) y la CAG (Confederación Argentina de Gimnasia) se han comprometido a prestar materiales hasta que uno pueda recuperarse y volver a comprar. Lo primero que no voy a poder recuperar serán las barras y las paralelas, que son cosas que valen como 2000 dólares”.
Asimismo, también hubo colaboraciones espontáneas de localidades vecinas como la ofrecida por el profesor juarense Alfredo Alonso, quien durante 2024 no va a abrir su gimnasio, por lo que le ofreció sus elementos a la profesora tresarroyense. “Fue muy amable de su parte”. También hubo ofertas de gimnasios de Tandil y Mar del Plata, “pero yo no puedo dejar todo acá para ir a entrenar allá”
Asimismo, también hubo colaboraciones espontáneas de localidades vecinas como la ofrecida por el profesor juarense Alfredo Alonso, quien durante 2024 no va a abrir su gimnasio, por lo que le ofreció sus elementos de trabajo a
la profesora tresarroyense. “Fue muy amable de su parte”. También hubo ofertas de gimnasios de Tandil y Mar del Plata, “pero yo no puedo dejar todo acá para ir a entrenar allá”.
El gran sacrificio
Como todos los veranos, en febrero se hace preparación física a la mañana y la preparación técnica por la tarde. Es un doble entrenamiento en el que, durante media jornada, se notará la ausencia de aparatos muy importantes y únicos para las gimnastas de los niveles más altos, “yo le encaro igual. Yo les tengo fe de que (las chicas) van a poder mantener el nivel. De hecho, anduvieron muy bien en el último Torneo Nacional Federativo de nivel 9 (en Mendoza), “nosotros entrenábamos en muy buenas condiciones de trabajo. Hay gente que tiene muchas limitaciones, pero igual tiene buen nivel. No creo que vayan a baja el nivel por no tener la pedana”, observó refiriéndose al uso de la pedana donde se desarrollaban las series de suelo; un aparato de características singulares, con pocos exponentes en la Provincia, “la pedana se pudo sacar en su totalidad. La mitad la sacamos en la primera jornada (de ayuda), que fue el 23 de diciembre, y el resto se sacó el 29 de enero, cuando fue la segunda. O sea se ‘comió’ un montón de lluvias. No sé si se dañó mucho, pero eso lo vamos a poder evaluar cuando la empecemos a armar. Porque al ser de madera, por más que sea de un tipo que se la banca, también tiene gomas y alfombras. Igualmente, está mucho mejor de lo pensado”.
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