La Escuela de Educación Secundaria Agraria N°1 Colegio Argentino Danés realizó ayer los festejos por el centenario, en un día de muchas emociones, alegrías, anécdotas y reencuentros. Participaron del acto oficial Marta Pellegrini, en representación del intendente Carlos Sánchez; Norma Vázquez, presidenta del Consejo Escolar; concejales; inspectores educativos; el director del establecimiento, Miguel Agudo; autoridades policiales; concejales; Nicolás Ambrosius, presidente de la CELTA; integrantes de la cooperadora, personal docente, personal auxiliar y ex integrantes de la comunidad educativa.
Como se expresó con claridad en el inicio del acto, se trató de una jornada en la que “nos encontramos los de ayer y los de hoy”. Un aspecto central es que “cuando una institución festeja los cien años de vida, la comunidad toda festeja su trayectoria. A través de ella el ser humano se educa y con su educación aprende a vivir en libertad, a discernir y ser un ser autónomo”.
En la entidad se pudo apreciar ayer “la misión educativa en su exacta dimensión” y en una mirada histórica de estos cien años, advertir más allá de las dificultades que se trató de un período “pleno de logros y realizaciones”. En la presentación del encuentro se indicó que “es el momento en el que todos los que nos sentimos parte del Colegio Argentino Danés y de la Escuela de Educación Secundaria Agraria N°1”.
Quedó en claro que “la escuela, nuestra escuela, no es un edificio vacío. El lazo con nuevos amigos, el recuerdo vigoroso de un proyecto firme que perdurará por siempre, una institución activa, abierta, con los objetivos claros”. La cantante lírica Karina Di Virgilio cantó el Himno Nacional Argentino.
Posteriormente, pronunciaron discursos alusivos el director Miguel Agudo y Susy Antonacci, ex directora. Se pudieron observar bailes típicos con la participación de la agrupación El Caldén, así como se entregaron presentes y reconocimientos. En forma previa, se llevó a cabo la misma con la participación del padre Roberto Buckle, de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, y el pastor Martín Olesen, de la Iglesia Luterana.
En horas de la tarde, se presentó un conjunto de música vikinga y posteriormente concentró la atención del público el Coro Polifónico Bahía Blanca. Como cierre, se disfrutó la cena-baile del centenario.