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Referentes del sector gastronómico abordaron ayer con el intendente Carlos Sánchez dos protocolos que fueron elaborados y presentados por empresarios del rubro para que desde la comuna se analice la posibilidad de permitir la reapertura de los establecimientos mencionados.
El jefe comunal recibió ayer a propietarios de establecimientos gastronómicos y de hoteles, quienes le pusieron sobre la mesa el duro momento económico que atraviesan a raíz del cese de sus actividades por la cuarentena vigente, la cual impacta de lleno en dicho sector comercial.
El protocolo sanitario abordado ante Sánchez fue confeccionado y consensuado el pasado martes por los empresarios del sector, quienes lograron el esquema definitivo en un encuentro realizado en la sede local del gremio gastronómico. En ese marco, se configuraron dos modelos: uno para restaurantes, confiterías y bares, y otro para la actividad hotelera.
Cabe recordar que ambos sectores tienen totalmente parada su actividad desde el 19 de marzo, fecha en la que el Gobierno nacional dispuso el inicio del período de aislamiento social, obligatorio y preventivo con el objetivo de contener los contagios de Covid-19.
Desde ese entonces, y hasta la fecha, algunas actividades, adaptadas a nuevas condiciones sanitarias y preventivas comenzaron la reactivación de sus actividades, aunque todavía no llegó el momento para el sector gastronómico. Ante eso, el panorama de los empresarios es cada vez más complejo y así se lo manifestaron ayer al jefe comunal.
Panorama difícil
«Presentamos el protocolo para restaurantes, bares y confiterías, por un lado, y para la actividad hotelera y residencias, por el otro. Son dos distintos, pero que en definitiva son del sector gastronómico», indicó Humberto Salaberry, secretario general del gremio que nuclea a los trabajadores del rubro.
En sus apreciaciones, el dirigente sindical indicó que, junto al intendente y al secretario de Desarrollo Económico, Matías Fhurer, comenzará una etapa de gestiones para que el rubro vuelva a reactivarse. «Sabemos que no es fácil. Pareciera que no está en los planes de nadie reabrir la actividad gastronómica. Hoy en día lo veo difícil, pero no imposible», expresó.
En la actualidad, en Tres Arroyos son 400 las personas que dependen de la actividad gastronómica. «Hay muchas familias y trabajadores en el medio. Es un panorama complicado. Los empresarios, salvo raras excepciones, son gente de trabajo. No tienen grandes espaldas como para aguantar esto mucho tiempo más», sostuvo.
Y agregó: «Hay muchos rumores de que ya cerraron algunos locales, pero todavía están ahí. Si esto se prolonga mucho tiempo más, alguno caerá lamentablemente. Confiemos que el remedio llegue rápido».
«Los empresarios -agregó el dirigente gremial- le pidieron al municipio que realice algunas gestiones ante la AFIP y ARBA, y la CELTA por el tema del pago de las obligaciones. Si el sector estaba complicado en marzo, el panorama ahora es mucho peor».
Si bien no habló de tiempos para que el sector vuelva a tener actividad, Salaberry tiene en claro que la venidera etapa de reapertura en el sector gastronómico será difícil, al menos en sus primeros pasos. «Sabemos que el comienzo será lento y complicado, pero hay que abrir. Habrá poca circulación de gente y falta de dinero en los vecinos. Pero teniendo los locales cerrados, es peor», indicó.
