Quilmes dio un paso más en su carrera triunfal en este 2017; ayer empató 1 a 1 con Unión y haciendo valer la diferencia obtenida en el juego de ida, se aseguró un lugar en las semifinales de los playoffs en el fútbol tresarroyense donde enfrentará a su clásico rival: Huracán.
El equipo de Omar Espinal, campeón de la fase inicial del presente Torneo Oficial, se movió dentro del parámetro que le permitía el 2-0 de la ida, sumado a la ventaja deportiva que tenía ante el Tatengue.
Y quizás por eso, es decir por terminar la serie sin correr sobresaltos imponiendo un juego sólido, es que no mostró la mejor versión, aunque sí entregó eficacia y autoridad.
Para el plantel de Fabián Sánchez fue la despedida de una temporada inolvidable; como el equipo ascendido fue la revelación de la temporada, el cual aseguró su permanencia con autoridad y gran juego. Pero en esta serie quedó lejos de poner en riesgo al Cervecero o de tener chances de clasificar…
No obstante, el reconocimiento de su gente, con un aplauso cerrado y canto de agradecimiento en pleno partido, decoró un año inolvidable. Obligado por la desventaja, el Tatengue salió con una postura más ambiciosa o arriesgada que en el inicio del partido. Y en esos 10′ puso en riesgo al rival, generó 3 llegadas; 2 muy claritas y de no haber sido por una tapada de Luengo a Rivera o el remate desviado de Stornini y Montes, se hubiese puesto en ventaja.
Pasado ese sacudón, Quilmes tomó el control del juego que tuvo un desarrollo veloz, poco preciso y muy luchado en un campo rápido y húmedo. No obstante, salvo un cabezazo de Espinal que Moreno contuvo en dos tiempos, poco generó en ataque ante un rival que estrelló un cabezazo de Flamenco en el travesaño.
El segundo tiempo fue distinto; al Cervecero por momentos le fluyó su juego y sobre los 29′ Luis Aramendi coronó en gol una jugada imprecisa, donde la defensa no pudo despejar.
Cuatro minutos después, Stornini ganó en lo alto tras un córner y con un fuerte cabezazo puso el 1-1 final que le sentó mejor al partido. Los últimos 15′ regalaron la intención de ataque y entrega de Unión chocando ante la seguridad de Quilmes que sigue su marcha victoriosa.